Macron recuerda la discutida figura de Napoleón: «Es parte de nosotros»

La Voz AGENCIAS

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Macron y su mujer, ante el panteón de Napoleón
Macron y su mujer, ante el panteón de Napoleón CHRISTOPHE PETIT TESSON | Efe

En la conmemoración del bicentenario de la muerte de Bonaparte, reivindica parte de su legado y se desmarca de sus errores

05 may 2021 . Actualizado a las 19:01 h.

Francia conmemoró este miércoles el bicentenario de la muerte de Napoleón con un acto en el que Emmanuel Macron se situó por encima de la polémica que divide al país entre los partidarios de ensalzar la figura de Bonaparte y quienes le reprochan su totalitarismo, sus campañas bélicas sanguinarias o su defensa de la esclavitud. Así reivindicó parte de su legado, se desmarcó de sus medidas más polémicas, pero apuntó la necesidad de conocer el pasado, «en sus hechos gloriosos y en los errores».

Napoleón falleció el 5 de mayo de 1821 en la isla de Santa Elena, donde recaló tras su derrota frente a las tropas británicas en la batalla de Waterloo. El Elíseo ya había advertido de que «conmemorar no es celebrar» la figura el difunto emperador, dejando claro que los actos con Macron-primero en el Instituto de Francia y luego en Los Inválidos ante la tumba- no suponen ningún tipo de alineamiento político.

«Napoléón es una parte de nosotros», declaró el presidente durante un discurso en el Instituto de Francia en el que ha señalado que, como herederos de Bonaparte, también es necesario «asumir» todo lo que implica su legado, que genera visiones dispares dos siglos después. La sola presencia de Macron en estos actos ya había generado polémica.  El presidente francés justificó su asistencia a los actos conmemorativos en la necesidad de conocer el pasado, «en sus hechos gloriosos y en los errores».

Entre sus principales defensores figura la ultraderechista Marine Le Pen, que ve en Napoleón un ejemplo de la «grandeza» de Francia, mientras que para otros muchos representa el principal símbolo de una época de abusos, algunos de los cuales han aparecido dibujados en el discurso de Macron.

Elogios y críticas

El presidente aplaudió los avances logrados durante la época napoleónica en los ámbitos administrativo, educativo y judicial, pero criticó que restableciera la esclavitud en las colonias del Caribe una década después de que la práctica fuera abolida durante la Primera República. Fue «un traición al espíritu de la Ilustración», en su opinión.

Macron también lamentó el desdén por las vidas humanas durante las guerras napoleónicas, pero al mismo tiempo sugirió que no se puede juzgar todo lo que hizo o dejó de hacer Napoleón mediante un prisma moderno. Así, instó a no caer en la «tentación» de hacer un juicio «anacrónico» del pasado.

«Del imperio renunciamos a lo peor y del emperador nos quedamos con lo mejor», declaró, al aludir a unos «claroscuros» que de forma periódica vuelven a sacudir la Francia actual, como cuando el ministro del Interior, Gérald Darmanin, planteó para los musulmanes unas estructuras centralizadas como las que en su día Napoleón decretó para los judíos.

En el 2020, durante las movilizaciones que se extendieron en todo el mundo en protesta por la represión policial contra los negros, un grupo de manifestantes derribó en la isla de Guadalupe una estatua de la mujer de Napoleón. Macron abogó entonces por ampliar los conocimientos de la historia de Francia en lugar de eliminar símbolos de lugares públicos.

El propio Macron, de hecho, nunca ocultó su admiración por Napoleón e incluso sus detractores políticos le acusan de querer parecerse a él. El mandatario se habría comparado con el emperador durante la campaña que le llevó al Elíseo en el 2017, según un libro escrito por su amigo Philippe Besson, recuerda la agencia Bloomberg.