El programa de Naciones Unidas alimentará a 1,5 millones de menores en edad preescolar a partir del año 2022
20 abr 2021 . Actualizado a las 21:18 h.En un implícito reconocimiento de la grave crisis alimentaria que sufre Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro aceptó la entrada al país de una misión del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU para encargarse de la nutrición de unos 1,5 millones de niños de educación preescolar que están en riesgo.
El programa se irá implementando progresivamente y en una primera etapa, este año, atenderá a 185.000 niños, después de unas negociaciones que se prolongaron tres años, según señaló Maduro. El presupuesto para el programa es de unos 150 millones de euros, según un comunicado del PMA.
«Ya se estaba trabajando desde hace tres años, con acercamientos, encuentros y desencuentros, y afortunadamente, el tiempo de Dios es perfecto», señaló Maduro tras una reunión con David Beasley, director del PMA, quien a su vez agradeció al mandatario permitirles «ser independientes» y no dejar que su trabajo «sea politizado». Y agregó: «Agradecemos el gran apoyo que recibimos de todas las partes, que estuvieron de acuerdo con estos principios». La oposición venía exigiendo la entrada del Programa Mundial de Alimentos a Venezuela desde el 2016.
Tres años después, fue la propia agencia de la ONU la que pidió colaborar con Venezuela, destacando que era uno de los diez países del mundo en mayor riesgo de hambruna, tras la política masiva de expropiaciones de tierras y empresas durante el Gobierno de Hugo Chávez (1999-2013) que derivó en un desplome de la producción agroalimentaria, agravado después por la caída de los precios del petróleo y las sanciones de EE.UU. contra el régimen de Maduro.
Agradecimiento de Guaidó
Por su parte, el líder opositor Juan Guaidó informó que también se reunió con Beasley y agradeció al director del PMA y a sus funcionarios «los esfuerzos que han realizado para hacer esto posible» «En mí reunión con el director del Programa Mundial de Alimentos, le agradecí en nombre de los venezolanos el esfuerzo para que el PMA pueda iniciar operaciones en el país y se pueda combatir el hambre que padecen millones de venezolanos», indicó en sus redes.
Por su parte, oenegés de derechos humanos destacaron también en sus redes el acuerdo, señalando que viene a revelar una verdad que al régimen de Maduro siempre le ha resultado incómoda: que desde el 2019, el PMA señala que en Venezuela nueve millones de personas están en riesgo de enfermar o morir de desnutrición, y seis de cada diez no comen la cantidad y variedad de alimentos suficientes para mantener su salud.
Marianella Herrera, médica venezolana que investiga la nutrición de sus conciudadanos, indicó que la resistencia del régimen de Maduro a aceptar el ingreso de la PMA fue política, porque deja en evidencia los problemas del país para producir los alimentos necesarios. E indicó también que las hambrunas solo se producen en regímenes autoritarios, porque la alimentación «pasa a ser un arma política».