Cualquier acción de Moscú que intente cruzarla encontrará una respuesta «inequívoca y firme» de los Veintisiete. Pero no ahora. De momento se reclama un alto el fuego y la absoluta transparencia sobre el significado y el sentido del despliegue militar. Si hay que ir más allá, se verá en el próximo consejo de ministros de Exteriores europeos en mayo.
«No queremos un conflicto con el vecino ruso y haremos lo posible por evitarlo, pero sí seremos firmes con las líneas rojas», señalan en la UE. No se descartan, en definitiva, nuevas sanciones contra funcionarios rusos que se sumarían a las ya en vigor. Un total de 177 personas y 48 entidades tienen hoy inmovilizados sus activos y no pueden viajar por el territorio comunitario. Están señalados como responsables o partícipes en acciones que menoscaban la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania.