Biden impone duras sanciones a Rusia por ciberespionaje e injerencia electoral

Esperanza Balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris (detrás), en una imagen de archivo
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris (detrás), en una imagen de archivo CARLOS BARRIA

Las medidas incluyen la expulsión de diez diplomáticos, la mayoría identificados como agentes de inteligencia, y pretenden castigar económicamente a Moscú

16 abr 2021 . Actualizado a las 09:07 h.

La Administración Biden impuso este jueves las primeras sanciones significativas contra Rusia en represalia por la reciente campaña de ciberespionaje contra intereses estadounidenses, sus esfuerzos por influir en las elecciones presidenciales del 2020, el acoso a Ucrania y el supuesto pago de recompensas a los talibanes por atacar a las tropas estadounidenses. Washington pretende castigar económicamente a Moscú, un mes y medio después de coordinar con la Unión Europea las primeras medidas de castigo en respuesta al envenenamiento y encarcelamiento del líder opositor Alexéi Navalni.

El Departamento del Tesoro emitió una orden ejecutiva que prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses comprar deuda pública del Banco Central ruso a partir de junio. La acción complicará la capacidad de Moscú para recaudar dinero en los mercados financieros internacionales. Las medidas incluyen la expulsión del país de diez diplomáticos —identificados como agentes de inteligencia—, sanciones a seis compañías por sus actividades de hackeo y a 32 organizaciones rusas por participar en una campaña de desinformación durante el período electoral.

Las medidas responden a «acciones que ha tomado su Gobierno y sus servicios de inteligencia contra la soberanía y los intereses de EE.UU.», aseguró la Casa Blanca en un comunicado. La Administración Biden acusó al Servicio de Espionaje Exterior de Rusia (SVR) de haber «perpetrado» el ciberataque masivo que comenzó en el 2019 y penetró en los sistemas de nueve agencias federales y de un centenar de empresas privadas mediante un programa de la empresa SolarWinds.

Washington apuntó también a la creciente militarización de Rusia de la frontera este de Ucrania y la amenaza a Kiev de una guerra a gran escala. «Socava la seguridad de países y regiones importantes para la seguridad nacional de EE.UU. y viola los principios establecidos del derecho internacional», aseguró. El Reino Unido, Australia, Canadá y la Unión Europea se unirán a las sanciones de Washington por la ocupación de la península de Crimea en el 2014, adelantó The Wall Street Journal.

Los aliados de la OTAN mostraron respaldaron el castigo estadounidense al Kremlin, un día después de pactar la retirada conjunta de las tropas de Afganistán antes del 11 de septiembre. «Tomaremos medidas individuales y colectivas para mejorar la seguridad colectiva», advirtieron en un comunicado.

Reacción del Kremlin

La reacción de Moscú llegó a través de la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, que prometió una respuesta «firme» a las sanciones y citó al embajador de EE.UU. en Moscú, John Sullivan, para una conversación que «no será del agrado de la parte estadounidense». Las medidas llegan después de la segunda conversación telefónica entre Biden y Vladimir Putin, el pasado martes. El líder demócrata dijo a Putin que «actuará con firmeza» en defensa de sus intereses nacionales y propuso un encuentro en un tercer país que no es de prever que se produzca.

Las relaciones entre los dos países no han dejado de deteriorarse en los últimos años, a pesar de una cierta armonía durante la presidencia de Donald Trump, que despertó expectativas en Rusia. El único acuerdo alcanzado entre Biden y Putin fue la prórroga del último tratado de desarme nuclear pactada a principios de febrero.