Los republicanos ponen contra las cuerdas la democracia de EE.UU.

esperanza balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell KEVIN LAMARQUE | Reuters

Las grandes corporaciones rechazan su ofensiva contra el derecho al voto

12 abr 2021 . Actualizado a las 09:01 h.

El Partido Republicano se ha convertido en la nueva turba de Donald Trump contra la democracia estadounidense. La reacción a la victoria del demócrata Joe Biden en las presidenciales lleva todos los ingredientes de la campaña de mentiras sobre el fraude electoral que acabó con el asalto al Capitolio de sus fieles el pasado 6 de enero. Millones de votantes conservadores siguen creyendo en la falsa teoría del robo electoral, así que los republicanos han decidido seguir alimentando el monstruo con una ofensiva coordinada para restringir el acceso a las urnas en todo el país.

En la diana están los votantes afroamericanos y urbanos que auparon a Biden a la Casa Blanca. La pandemia no impidió que se emitieran 159 millones de votos, el 67 % de los electores, la participación más alta en unas presidenciales desde 1900. Las elecciones del 2020 fueron un éxito de la democracia. Los tribunales no encontraron evidencia de fraude alguno. Pero el ataque al proceso electoral continúa.

Desde que el demócrata llegó al poder, los legisladores republicanos han presentado un total de 361 proyectos de ley en 47 de los 50 estados del país para cambiar las reglas de votación, según los datos recogidos por el Centro Brennan por la Justicia, un instituto independiente sobre política y derecho en Nueva York.

La lista ha aumentado en 108 proyectos en apenas cinco semanas. «Están haciendo lo que buscaban los insurrectos», ha advertido la congresista por Georgia Stacey Abrams, que consiguió movilizar el voto negro que dio la victoria a los demócratas en el estado por primera vez desde 1992 y la mayoría en el Senado.

Ola de reformas

Georgia se ha convertido de nuevo en el mayor símbolo de este pulso por el voto. El gobernador del estado, el republicano Brian Kemp, ha aprobado la primera de la oleada de reformas electorales presentadas, con restricciones al voto por correo y limitaciones al número de buzones electorales que se colocan en los barrios para facilitar la participación, así como el horario de acceso a estos.

«Es la parodia de las elecciones presidenciales del 2020», ha dicho Biden sobre la nueva normativa. El presidente ha comparado la iniciativa con las leyes racistas Jim Crow, que se pusieron en vigor en los estados del sur tras la Guerra Civil de Estados Unidos para legalizar la segregación y la privación de derechos a los afroamericanos.

La sorpresa para los republicanos ha llegado cuando la liga profesional de béisbol y, sobre todo, las grandes corporaciones como Coca-Cola, Delta Air Lines o Lewis han entrado de lleno en la refriega contra las nuevas restricciones del voto, en respuesta a la presión de los activistas. Desorientado, el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, defensor del papel de las empresas en política y beneficiario de sus donaciones, ha pedido a los ejecutivos que se mantengan al margen de la polémica para después rectificar y decir que tienen derecho a hacerlo. McConnell se ha erigido como el máximo enemigo de las iniciativas demócratas para extender el voto, que considera una amenaza existencial para el partido. Para defenderse de las acusaciones de racismo ha echado mano de la palabra favorita de Trump sobre el resultado electoral: «Mentira».