La política británica aparca sus diferencias y rinde tributo al duque de Edimburgo

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Numerosos ciudadanos se acercaron este lunes a la verja del castillo de Windsor para depositar flores en recuerdo del duque de Edimburgo
Numerosos ciudadanos se acercaron este lunes a la verja del castillo de Windsor para depositar flores en recuerdo del duque de Edimburgo Joshua Bratt

Johnson encabeza el homenaje al príncipe Felipe por su «servicio al país»

12 abr 2021 . Actualizado a las 21:46 h.

La muerte de Felipe de Edimburgo ha logrado que los políticos británicos dejasen a un lado sus diferencias y se unieran para elogiar la figura del esposo de la reina Isabel II. Este lunes, el Parlamento británico se olvidó de los problemas en la gestión de la pandemia, del brexit y de la ola de violencia que se ha desatado en Irlanda del Norte, e incluso de los escándalos que sacuden al primer ministro Boris Johnson y a su antecesor David Cameron, y dedicó más de siete horas a homenajear al desaparecido consorte real.

«Nos reunimos aquí para rendirle tributo al duque de Edimburgo, quien estuvo al lado de la reina durante más de siete décadas dando su apoyo como esposo y consorte […] y quien nunca la defraudó». Con estas palabras, el presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, inició la maratoniana sesión especial en recuerdo del príncipe Felipe.

Al parecer, la intención de los diputados era dedicar una hora de homenaje por cada década de «servicio» que Felipe Mountbatten dio al Reino Unido. Sin embargo, esta decisión provocó polémica y diarios como el izquierdista The Independent no pasaron por alto que el tiempo empleado en el homenaje póstumo al marido de Isabel II fue superior al que los legisladores se dieron para revisar el acuerdo del brexit en diciembre pasado, cuando despacharon el tema en cinco horas.

Desde la bancada tory defendieron la decisión. «Hemos discutido el tema del brexit por cuatro, cinco, seis o quizás por los próximos cincuenta años», dijo el líder de la mayoría conservadora, Jacob Rees-Mogg.

El primer ministro, Boris Johnson, agradeció al fallecido duque «su dedicación a este país y a la Commonwealth», a través de su «servicio en la Royal Navy [Marina Real] durante la Segunda Guerra Mundial y por crear el Premio Duque de Edimburgo, que ha mejorado la vida de millones de personas en todo el planeta». Acciones que, a su juicio, colocan al príncipe Felipe al mismo nivel que el consorte de la reina Victoria, el popular príncipe Alberto; y, por ello, propuso erigir un monumento en su memoria.

Por su parte, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, consideró «correcto que el país y esta Cámara se unan para honrar no solo al hombre, sino a sus virtudes».

Los Parlamentos de Gales y de Escocia también celebraron sesiones especiales de homenaje al consorte de la reina, quien falleció el viernes a los 99 años en el castillo de Windsor.

Hablan los nietos

Si el fin de semana fueron los cuatro hijos que el duque tuvo con Isabel II los que le rindieron tributo, este lunes le tocó el turno a sus nietos. Los príncipes Guillermo y Enrique, hijos de Carlos, el heredero al trono, y de la fallecida Diana Spencer, emitieron sendos comunicados cargados de emotividad.

«Será recordado como el consorte real más longevo de la historia, como un militar condecorado, un príncipe y un duque. Pero para mí […] él era mi abuelo: maestro de las barbacoas, leyenda de las bromas y un descarado hasta el final», escribió Enrique.

Por su parte, Guillermo declaró: «Extrañaré a mi abuelo, pero sé que él querría que continuáramos con nuestro trabajo».