Entre quienes se libran de comparecer ante la Justicia por los casos más graves están no solo Sócrates, sino también Silva, procesado finalmente por lavado de activos y falsedad documental por las «maniobras empleadas» en el pago de más de 1,72 millones de euros al exprimer ministro; y Armando Vara, exministro y antiguo administrador de la entidad Caja General de Depósitos, quien será juzgado por lavado de dinero, absolviéndole de uno de corrupción pasiva y dos de fraude fiscal.
Detenido en noviembre del 2014 en el aeropuerto de Lisboa, Sócrates permaneció durante diez meses detenido en una cárcel de Évora, en el sureste de Portugal y posteriormente bajo arresto domiciliario.