El adiós de Merkel hunde a la derecha alemana y Los Verdes ya son alternativa

Pablo L. Barbero BERLÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Edgardo

Los conservadores caen a niveles de apoyo del 2000 por la falta de un líder

29 mar 2021 . Actualizado a las 17:40 h.

La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel no ha comenzado con buen pie este superaño electoral. Si hace dos semanas recibía el castigo del electorado de los estados federados de Renania-Palatinado y Baden-Württemberg, donde cosechó los peores resultados de su historia, ahora las encuestas indican que la sangría de votos no fue un hecho puntual y que podría afectar a todo el país. Todo durante una temporada intensa en lo político, en la que como colofón se decidirá la composición del Bundestag durante los próximos cuatro años.

Durante este 2021 varios länder acuden a las urnas, lo que constituye un termómetro de primer orden para tener una idea de cómo será el fin de la era Merkel. La canciller no se presentará a las elecciones del próximo 26 de septiembre y el relevo de la «eterna» dirigente está en el aire. Los conservadores aún tienen que elegir candidato electoral, lo que, a falta de un liderazgo claro, genera inquietud y escepticismo en sus votantes.

Si a esto se le añade una errática gestión de la crisis del coronavirus, con escándalos de corrupción en la compraventa de mascarillas y con duras medidas que, sin embargo, no han permitido hasta ahora controlar la curva de contagios, entonces se comprende lo que dicen las últimas encuestas: el voto conservador está en mínimos en dos décadas, retrocediendo hasta niveles de febrero del año 2000.

Según un sondeo realizado por el instituto demoscópico Forsa entre el 16 y el 22 de marzo y difundido el pasado miércoles, día 24, por el grupo RTL, la CDU de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana (CSU) bávara pierden tres puntos más y se sitúan en el 26 % en intención de voto. La CDU/CSU solamente había estado peor en junio de 1999, durante la era del canciller Helmut Kohl, poco después de que se celebraran las elecciones europeas y en medio del escándalo de las cuentas secretas del partido.

Con los socialdemócratas del SPD inmersos en una crisis existencial -que ya arrastran desde hace años- y con la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD) también cayendo en las encuestas, parece que las próximas elecciones podrían arrojar un reequilibrio de fuerzas políticas con un claro ganador: los Verdes. El partido ecologista va a reeditar gobierno en el próspero estado de Baden-Württemberg, donde ganó los comicios regionales, y no para de subir enteros a lo largo y ancho del país. De confirmarse estas cifras, este sería el único partido que ganaría votantes en septiembre en comparación con los comicios del 2017.

La pregunta en el aire

A día de hoy, nadie apostaría por un Gobierno sin los Verdes en la próxima legislatura. La pregunta que queda en el aire es con quién pactarán. Tanto una coalición entre conservadores y verdes (como la que gobierna en Baden-Württemberg) como una alianza como la fórmula del «semáforo» -verdes, socialdemócratas y liberales-, por los colores con los que se identifica a estos partidos, lograría una mayoría suficiente para gobernar. Es de esperar que en los próximos meses la formación reciba los guiños de otras que quieran ser su pareja de baile tras las generales. Ningún partido, salvo la ultraderecha de AfD, quiere quedarse descolgado del torbellino ecologista.

Y más ahora, con los conservadores inmersos en una grave crisis. Los partidos de la oposición dejaron caer esta semana la posibilidad de una cuestión de confianza en el Bundestag. La votación no prosperaría, pero sería un gesto que, sin duda, empañaría los últimos meses de Angela Merkel en política.

Y es que la imagen de la canciller pidiendo perdón por crear desconcierto entre los alemanes ante la Semana Santa podría ser un gesto premonitorio: quién sabe si sus disculpas acaben siendo extensibles a todo un año en el que los conservadores de la CDU no han sabido estar a la altura de las circunstancias.