Navalni denuncia torturas en la prisión y su abogada da la alarma sobre su salud

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Navalni en el tribunal que le condenó a dos años y ocho meses de cárcel.
Navalni en el tribunal que le condenó a dos años y ocho meses de cárcel. SIMONOVSKY DISTRICT COURT

Se encuentra en la enfermería con «fuertes dolores de espalda» y sin poder andar porque «tiene la pierna izquierda semiparalizada»

25 mar 2021 . Actualizado a las 21:29 h.

Alexéi Navalni, principal adversario político del presidente Vládimir Putin y contra el que la maquinaria judicial rusa no cesa de abrir causas penales, denunció este jueves mediante un escrito que está siendo objeto de «torturas», ya que en la cárcel por la noche le despiertan cada hora. Según sus abogados, el líder opositor ruso, que fue envenenado en agosto del año pasado en la ciudad siberiana de Tomsk, se encuentra actualmente hospitalizado después de que su estado de salud sufriera un repentino empeoramiento. Una de las letradas que trabaja en el equipo del dirigente opositor, Olga Mijáilova, afirmó que su estado es «preocupante», después de haberle visitado a duras penas en la enfermería de la Colonia Penitenciaria número 2 (IK-2) en Pokrov (región de Vladímir), donde cumple la condena de dos años y cinco meses que le fue impuesta. Según sus palabras, «sufre fuertes dolores en la espalda y no puede andar porque tiene la pierna izquierda semiparalizada». Mijáilova y otros abogados llevaban desde el miércoles intentando sin éxito acceder a esa cárcel para visitar a su cliente.

Con anterioridad, la prisión de Pokrov difundió una nota donde apuntaba que el estado de salud de Navalni es «satisfactorio y estable», después de que fuera sometido a un «reconocimiento médico». El primero en lanzar la voz de alarma sobre la situación del disidente fue su colaborador, Leonid Vólkov, que se encuentra en Alemania. Dijo que «algo malo le debe estar ocurriendo para que le envíen a la enfermería», y habló incluso de «fuerte deterioro» de su salud.

«Rehén» de Putin

Vólkov sostiene que Navalni «es un rehén personal» de Putin, a quien define como «un asesino loco y peligroso». Según sus palabras, el jefe del Kremlin es personalmente responsable de la salud de Navalni «en la colonia de torturas de Pokrov».

El pasado 15 de marzo, Navalni, a través de su cuenta de Instagram, acusó a la dirección del penal de haber dispuesto un procedimiento para impedirle dormir normalmente por la noche. Dijo que un funcionario le filma cada hora para constatar que sigue en la celda y no se ha escapado. Esta acción incluye las palabras del empleado en voz alta indicando la hora exacta en la que efectúa la grabación. Tal medida se debe a que ha sido catalogado como «recluso con tendencia a la fuga», según sus abogados, con el claro objetivo de limitarle los movimientos dentro de la prisión y justificar además la imposición de numerosas restricciones. Aunque lo cierto es que nunca intentó escaparse en las veces que fue detenido, ni tampoco durante las numerosas penas de prisión menor que le fueron impuestas por convocar manifestaciones de protesta. Por eso el político opositor ha enviado una petición al director del Servicio Penitenciario Federal de Rusia (FSIN), Alexánder Kaláshnikov, y al fiscal general, Igor Krasnov, para que cesen contra él las «torturas» y le permitan descansar durante toda la noche sin interrupciones.

En la misiva, difundida por el director de la radio Eco de Moscú, Alexéi Venedíktov, exige que le sea levantado el estatus de preso huidizo, que se le impuso el pasado 18 de febrero por tres meses y en Pokrov se lo prolongaron por seis meses más.

Sancionado por levantarse antes

Se queja, asimismo, de que se le ha abierto ya un expediente sancionador por levantarse de la cama diez minutos antes de la hora de diana. El mismo comentó que, a causa de las premeditadas molestias que le impiden conciliar el sueño, se había desvelado. Más de 150 periodistas, personalidades del mundo de la Cultura y activistas defensores de los derechos humanos han enviado una carta a Kaláshnikov, Krasnov y también a la Defensora del Pueblo rusa, Tatiana Moskalkova, expresando su preocupación por la vida de Navalni y pidiendo que en la prisión se le trate como establece la ley. Afirman que estar encarcelado no significa que se puedan violar sus derechos como recluso y también ciudadano.