10 años de guerra en Siria: silencio en Damasco y protestas en Idlib

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Multitudinaria manifestación en Idlib
Multitudinaria manifestación en Idlib DPA vía Europa Press

Siria cumple una década de devastación con Al Asad al frente

16 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Siria celebró este lunes una fecha fatídica. Miles de personas se manifestaron en Idlib, el último bastión opositor en el noroeste de Siria, para recordar el décimo aniversario de la revolución contra el Gobierno de Bachar al Asad, que evitó pronunciarse públicamente en esta fecha, mientras en Damasco imperó el silencio durante buena parte de la jornada.

Entre gritos de «Siria es para nosotros y no es para Bachar al Asad», «queremos Siria y que caiga Bachar al Asad» o «el pueblo quiere el derrocamiento del régimen», un gran número de hombres, mujeres y niños ondearon banderas de la llamada Siria Libre en la ciudad de Idlib, capital de la provincia homónima. Los participantes, segregados por sexos, también portaron pancartas en la que se podían leer lemas como «el sueño nació el 15 de marzo, diez años de martirios, sangre y destrucción es un precio que merece la libertad» o «no importa pasar hambre, sangrar o morir por el bien de nuestra dignidad y libertad». «He venido para renovar la pasión por la revolución siria y pedir la caída del régimen hasta el último suspiro que tenemos, deseamos que caiga el régimen y que cada uno volvamos a nuestro país», indicó la manifestante Alaa Al Maary a EPA, agencia participada por Efe.

En contraposición, en Damasco, el Ejecutivo sirio se mantuvo toda la jornada en silencio en relación al décimo aniversario de la revolución, aunque a última hora se acabó pronunciando a través de su representante ante las Naciones Unidas, Bassam Sabbagh, quien no hizo referencia directa al inicio de la revuelta contra el régimen de Al Asad. «Algunos países, encabezados por EE.UU., Reino Unido y Francia, empezaron hace diez años una guerra hostil contra Siria para socavar sus opciones nacionales y para tener como objetivo a su Gobierno legítimo a través de medios terroristas», denunció Sabbagh, de acuerdo con la agencia oficial de noticias siria SANA.

En este contexto, el Gobierno británico anunció nuevas sanciones contra seis aliados de Al Asad, entre ellos su ministro de Exteriores, que incluyen el veto de viaje y la congelación de activos en Reino Unido por su papel en «el asalto a los ciudadanos que deberían proteger». Por su parte, el enviado de la ONU, Geir Pedersen, abogó por un nuevo formato internacional para lograr el fin del conflicto. Para que las conversaciones en el país árabe progresen, se necesita, según él, una diplomacia internacional constructiva que debe incluir a Estados Unidos, Rusia, Irán, Turquía, países árabes y la Unión Europea, además de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Mientras tanto el país sigue sumido en una profunda crisis económica, donde cerca del 60 por ciento -12,4 millones- de la población sufre hambre, y donde la libra siria sufre un continuo desplome. Además, según datos de la propia ONU, 13,4 millones de personas necesitan ayuda humanitaria.