Londres y Bruselas se enzarzan por el protocolo norirlandés del «postbrexit»

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Boris Johnson y su ministro de Economía, Rishi Sunak, durante una visita este jueves a Middlesbrough
Boris Johnson y su ministro de Economía, Rishi Sunak, durante una visita este jueves a Middlesbrough reuters

Paramilitares unionistas retiran su apoyo al acuerdo de paz de 1998

05 mar 2021 . Actualizado a las 09:14 h.

A tres meses de su materialización, el brexit no solo sigue tensando las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE), sino también con Irlanda del Norte. Después de que el Gobierno británico anunciara el miércoles que modificará unilateralmente parte del Protocolo para el Úlster, el Parlamento Europeo replicó posponiendo la aprobación definitiva del acuerdo comercial y de seguridad que Londres y Bruselas firmaron en Nochebuena, en lo que parece una clara represalia.

Si lo anterior no fuera suficiente, grupos paramilitares unionistas retiraron este jueves su apoyo a los acuerdos de paz de 1998 mientras no se modifique lo pactado con los Veintisiete.

La Cámara de Estrasburgo tenía previsto votar el día 25 el tratado que define la relación futura entre el bloque y su otrora socio. Sin embargo, estos planes han sido enviados al congelador, después de que el secretario británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, notificara al Parlamento de Westminster que en Downing Street extenderán hasta octubre el período de gracia, por el que los productos que van de Inglaterra, Escocia y Gales a Irlanda del Norte no son sometidos a controles aduaneros y sanitarios. Una medida que busca dar más tiempo a los empresarios para adaptarse a los nuevos trámites.

De acuerdo al Protocolo esta medida solo podría ser pactada con el visto bueno de Bruselas, algo que no ha ocurrido; y por lo tanto en la Comisión Europea acusan al Reino Unido de violar el derecho internacional.

«La UE está negociando con un socio del que simplemente no se puede fiar», soltó el ministro irlandés de Exteriores, Simon Coveney, en una entrevista a la televisión pública de su país, en la que anunció que el bloque estaba «estudiando opciones legales» para responder al reto británico.

Londres y Bruselas aún tienen pendiente definir las reglas para que el todopoderoso sector financiero británico pueda volver a operar en la UE, algo que ahora parece bastante complicado.

Por su parte, el primer ministro Boris Johnson rebajó la gravedad del paso dado por su Gobierno. «Estamos tomando algunas medidas técnicas temporales para asegurarnos de que no haya barreras en el mar de Irlanda y que los productos fluyan libremente entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte», señaló. Seguidamente el mandatario tory abogó por el diálogo. «Seguramente que con un poco de buena voluntad y de sentido común podremos resolver estos problemas técnicos», agregó.

Acuerdos de Viernes Santo

Pero mientras las relaciones entre Londres y Bruselas se agrían, el ambiente en Irlanda del Norte también se enrarece. El Consejo de Comunidades Lealistas, una instancia que agrupa a varias formaciones unionistas del Úlster, entre ellas algunos grupos paramilitares, anunció que este jueves retiraba su apoyo a los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998, hasta que se modifique el Protocolo de Irlanda del Norte incluido en el acuerdo de brexit.

«Estamos preocupados por la interrupción del comercio que se está produciendo (…) Si usted o la UE no están preparados para cumplir con el acuerdo de paz, serán responsables de su destrucción», advirtió David Campbell, presidente del consejo, a Johnson, en la carta en la que le anuncia el paso que han dado.

El libre movimiento de personas entre las dos Irlandas y la permanencia del Úlster en el Reino Unido son dos de los pilares de los acuerdos de paz.