La UE responde a la afrenta rusa con más sanciones por la condena a Navalni

Salvador Arroyo BRUSELAS / COLPISA

INTERNACIONAL

Putin, y su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko, interrumpieron este lunes sus conversaciones en Sochi para esquiar
Putin, y su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko, interrumpieron este lunes sus conversaciones en Sochi para esquiar ALEXEI DRUZHININ / SPUTNIK / KRE

Pacta activar un nuevo correctivo por el encarcelamiento del opositor sin cerrar otras vías de colaboración

22 feb 2021 . Actualizado a las 21:52 h.

La Unión Europea responde a la afrenta. Su relación con Rusia continúa bordeando el abismo. Los ministros de Exteriores de los Veintisiete, con recomendación expresa de su alto representante Josep Borrell -vapuleado durante su visita a Moscú a principios de mes-, tomaron este lunes la decisión política de incrementar las sanciones contra el Kremlin por el encarcelamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni.

Despejan así el camino para activar una nueva batería de medidas -congelación de fondos en territorio comunitario o veto a la libertad de movimientos, entre ellas- con las que Europa estrena ese nuevo régimen de castigos que aprobó a finales del pasado año para responder a las violaciones graves de derechos humanos. En total, 177 personas y 48 entidades rusas ya están en la lista negra similar, aunque por el conflicto con Ucrania.

El siguiente paso será elaborar una relación de individuos que serán penalizados y en la que no aparecerían únicamente funcionarios rusos, sino también de otros regímenes en los que se aprecia la misma deriva reaccionaria. Una forma de suavizar un mensaje con el que los Veintisiete habrían conseguido salvar dos sensibilidades: la de los que exigían un mayor rigor contra el Kremlin -países del centro y este de Europa- y la de aquellos que no quieren dinamitar todos los puentes -Alemania, Francia o España-. 

Postura española

Reaccionar, contener y cooperar. Esos fueron los términos que utilizó al respecto de este asunto la ministra de Exteriores Arancha González Laya. «Reaccionar ante el deterioro del Estado de derecho y las libertades en Rusia; contener los intentos rusos por dividir a la UE, porque lanzamos un mensaje de unidad». Y aquí entrarían en juego variables particulares como el proyecto germano-ruso del gasoducto Nord Stream 2, pero también la cooperación en la lucha contra el coronavirus. O, lo que es lo mismo, la vacuna Sputnik V. «España ha sido muy clara. Todas las vacunas serán bienvenidas, pero siempre que hayan obtenido la autorización» de la Agencia Europea del Medicamento.

La decisión de los ministros europeos vino precedida desde Moscú con un mensaje vía Twitter del departamento ruso de Exteriores en el que cargaba de nuevo contra Borrell. Con ironía se planteaba que «las lecciones que ofrece a Rusia sobre Navalni sonarían más apropiadas si las impartiera desde las calles de Barcelona», en clara alusión a la ola de disturbios contra el encarcelamiento de Pablo Hasel.

Cita en Sochi

Mientras, los presidentes de Rusia y Bielorrusia, Vladimir Putin y Alexánder Lukashenko, respectivamente, se reunieron este lunes en el balneario de Sochi, a orillas del mar Negro, subieron luego a esquiar a la montaña e intercambiaron puntos de vista en relación con las sanciones que la Unión Europea y Estados Unidos aplican contra sus respectivos países por reprimir protestas y encarcelar a opositores.

Lukashenko pudo mostrar con satisfacción a su colega ruso que ya los domingos las calles de Minsk no se llenan de manifestantes y que ha aprendido bien la lección para que una revuelta como la del Maidán en Ucrania, hace siete años, no le derribe del poder como le pasó a Víctor Yanukóvich.

El dirigente bielorruso, cuya economía no aguantaría si no fuera por las ayudas que recibe de Moscú, le agradeció a Putin su decisivo respaldo.