La mejora de la maltrecha economía, empeorada por los efectos de la pandemia de la covid-19, y la normalización de las relaciones con Serbia, que no reconoce la independencia declarada unilateralmente en 2008, serán los grandes retos para el nuevo Ejecutivo kosovar.
La convocatoria de este domingo tiene su origen en la crisis política de diciembre de 2020, cuando el Tribunal Constitucional kosovar dictaminó que la votación en la que fue elegido el actual gobierno de coalición liderado por la Liga Democrática de Kosovo (LDK) de Avdullah Hoti era ilegítima debido al voto decisivo de un diputado que tenía antecedentes penales de los últimos tres años.