El desconcentrarte alegato del abogado Bruce Castor en el «impeachment» sorprendió a varios republicanos y fue tendencia en Twitter
10 feb 2021 . Actualizado a las 20:36 h.El expresidente Donald Trump vio desde su mansión de Palm Beach (Florida) como nada salió según lo planeado en la apertura del segundo impeachment contra él. A medida que su abogado Bruce Castor, quien le representa junto a David Schoen, respondía a la emotiva acusación demócrata sobre lo sucedido durante el asalto al Capitolio, la frustración de Trump fue en aumento hasta acabar enfadado. En una escala del uno al diez, la furia el acusado «era un ocho», según una fuente de su entorno citada por The New York Times. Aunque se sintió alentado con la actuación posterior de Schoen, Trump acabó el día «frustrado» e «iracundo».
Vestido con un traje de raya diplomática, estampado cliché de la mafia, Castor sorprendió a los senadores con una divagación sin rumbo, donde incluyó elogios a la acusación, referencias extrañas e inconexas y calificó a su defendido de «expresidente», admitiendo que había perdido las elecciones gracias a votantes «inteligentes». Consciente de que los demócratas no tienen los votos suficientes para condenar a Trump, el abogado se dejó llevar y llegó a convertirse en tendencia en Twitter. Se multiplicaron las comparaciones con el letrado inexperto y caótico interpretado por Joe Pecsi en Mi primo Vinny, película preferida de Rudy Giuliani, otro de los polémicos asesores legales del magnate. Todo un homenaje inesperado para el actor que cumplía ese día 78 años.
La actuación de Castor provocó que el republicano Bill Cassidy se uniera a los cinco conservadores que votaron con los 50 demócratas a favor de la constitucionalidad del proceso. Fue el único en cambiar de posición. «La defensa fue desorganizada, aleatoria», comentó Cassidy para alabar después a los «convincentes» argumentos de la acusación. El Senado apoyó 56 votos a 44 la continuidad del juicio, insuficiente para condenar a Trump por alentar a sus fieles a la insurrección. La defensa arruinó el que iba a ser el mejor día para el expresidente. Las críticas recorrieron los medios estadounidenses. Hasta el presentador de Fox News Sean Hannity, fiel escudero del magnate, pidió cuentas al otro abogado de la defensa quien tuvo que justificar que su compañero no tenía previsto hablar ese día. Schoen asumió el liderazgo para el resto del juicio.