El Ayuntamiento de Palm Beach decidirá en abril si el expresidente puede fijar su domicilio en su club privado o si viola el acuerdo que le permitía explotar la mansión con uso lucrativo
10 feb 2021 . Actualizado a las 20:23 h.La relación entre Donald Trump y su ciudad adoptiva, Palm Beach, siempre ha sido incómoda. Mientras era el inquilino de la Casa Blanca, las autoridades y sus adinerados vecinos aguantaron estoicamente la presencia del mandatario en vacaciones y fin de semana en lo que convirtió en su residencia. Ahora que ha fijado ahí su domicilio, el Ayuntamiento de Palm Beach está obligado a lidiar con una pregunta que ha evitado contestar mientras Trump era presidente: ¿puede residir permanentemente en su club privado de Mar-a-Lago?
En una audiencia pública vía telemática, el Ayuntamiento de Palm Beach trató ayer si el exmandatario tiene derecho a residir en su club, aunque la decisión final no se tomará hasta el próximo abril. En la reunión se discutió si Trump está violando un acuerdo cerrado con las autoridades en 1993 que le permitía reconvertir su residencia privada en Mar-a-Lago en un club privado y lucrativo. Los abogados de los conservacionistas y algunos de sus vecinos argumentan que el acuerdo incluía que los socios no podían residir en el club más de un tiempo determinado.
En la audiencia, que solo tenía propósito informativo, expusieron sus opiniones los abogados John Skip Randolph, representante de la ciudad; John Marion, de Trump; Reginald G. Stambaugh, de un grupo de vecinos, y Philip Johnston, de un grupo dedicado a preservar la «calidad de vida» de esta aérea de ricos y famosos.
Los dos primeros defendieron que Trump tiene derecho a vivir en la «suite del propietario» de su club y los otros dos lo cuestionaron, al igual que hizo un ciudadano de apellido Taylor que pidió hablar en la audiencia y dijo que Mar-a-Lago se ha convertido en la «Oficina del 45 presidente de EE.UU» y eso genera preocupación en la ciudad, informa Efe.
Desde que en diciembre se supo que los Trump iban a trasladarse desde la Casa Blanca a Mar-a-Lago se intensificaron el enfado y las críticas de vecinos de Palm Beach. El abogado Stambaugh llegó a enviar una carta al Servicio Secreto, en la que alegaba también razones de seguridad en contra de que Trump se instale de manera permanente en el club, donde desde 2019 tiene su residencia a efectos legales.