El mandatario coloca a sus partidarios al frente de las dos Cámaras y aleja los fantasmas del «impeachment»
03 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Importante victoria política de Jair Bolsonaro. Los candidatos apoyados por el presidente brasileño se hicieron el lunes con la victoria en las elecciones internas de la Cámara de Diputados y el Senado. El mandatario, que no pertenece a ningún partido, tendrá de esa manera acceso a una mayor gobernabilidad, y aleja los fantasmas del impeachment en su contra. Bolsonaro se mostró satisfecho con los resultados en el Legislativo, y publicó en las redes sociales fotos con los vencedores.
Rodrigo Pacheco, de la formación centroderechista Demócratas, presidirá el Senado, y Arthur Lira, del conservador Partido Progresista, dirigirá la Cámara de Diputados. Ambos tienen un mandato de dos años. Lira es un empresario agropecuario de 51 años, investigado por corrupción en el caso Lava Jato. Fue elegido con los votos de 302 de los 513 diputados de la Cámara. Ocupará un puesto clave para el presidente. Según la Constitución brasileña, solo el líder de la Cámara puede iniciar un proceso de juicio político contra el máximo mandatario del país.
Sobre su mesa se encuentran ahora las alrededor de 70 solicitudes de impeachment contra Bolsonaro, que su predecesor, el centroderechista Rodrigo Maia, había ignorado hasta ahora, aunque en los últimos días había dado señales de que podría darle salida a algunas de esas peticiones, que tienen como fin la destitución del presidente.
Maia había apoyado la política económica liberal de Bolsonaro, pero bloqueó iniciativas como la flexibilización del porte de armas y otras en asuntos ambientales o de defensa de las minorías. El centroderechista rompió con el presidente hace meses, debido al manejo de la pandemia por la Administración federal.
No se espera que Lira vaya a dar salida a las peticiones de impeachment, al haber sido el candidato de Bolsonaro y haber sido elegido con una muy amplia mayoría en primera ronda. Su presidencia podría abrir la puerta a la tramitación de algunas de las leyes más conservadoras propuestas desde el Palacio de Planalto.
El nuevo presidente de la Cámara es el líder del centrão, un grupo de partidos de centro derecha y derecha conocidos en Brasil por ofrecer su apoyo en el Legislativo a cambio de cargos y obras públicas en las regiones de origen de sus diputados.
Bolsonaro repitió constantemente durante su campaña electoral, en el 2018, que no pactaría con ese tipo de formaciones, poniéndolas como origen de la corrupción. No ha honrado esa promesa. El apoyo del centrão no le ha salido gratis. Hasta 300 diputados han recibido unos 460 millones de euros provenientes de las arcas públicas para hacer obras en sus regiones, según reveló el diario Estadão. Además, ya se ha empezado a filtrar que algunas de las formaciones más relevantes del centrão reclaman ministerios como el de Sanidad.
Pero lo que el centrão te da el centrão te lo puede quitar. Esas mismas formaciones sostuvieron el Gobierno de Dilma Roussef, hasta que, en el 2016, decidieron romper y dejarla caer. Los partidos que ahora apoyan a Bolsonaro podrían, según los analistas, ampliar sus exigencias al Ejecutivo si ven debilidad del presidente, o incluso retirarle su apoyo si su popularidad se resiente considerablemente.
La Administración de Bolsonaro pasa por un mal momento, debido a la nueva explosión de la pandemia en Manaos, al retraso en la vacunación y a la retirada de subsidios para hacer frente a la crisis, pero continúa manteniendo una fuerte popularidad entre un tercio de los brasileños.