Los demócratas arrebatan a los republicanos el control del Senado

Esperanza Balaguer NUEVA YORK | LA VOZ

INTERNACIONAL

BRIAN SNYDER | REUTERS

Logran los dos representantes por Georgia que estaban pendientes

06 ene 2021 . Actualizado a las 23:10 h.

El Partido Demócrata ha logrado arrebatar a los republicanos el control del Senado de Estados Unidos, lo que deja vía libre a Joe Biden para aplicar su agenda política durante los próximos dos años. Con el 98 % escrutado, los votantes del estado de Georgia, cuna del adalid de los derechos civiles Martin Luther King Jr, dieron los dos puestos necesarios para alcanzar la mayoría de la Cámara Alta a los demócratas.

El reverendo Raphael Warnock hizo historia al convertirse en el primer senador negro elegido en el territorio sureño al imponerse con un 50,6 % de los votos a la republicana Kelly Loeffler, una ajustada ventaja de 1,2 puntos. «Voy a ir al Senado a trabajar para toda Georgia, no importa por quién hayas votado en esta elección», dijo Warnock.

El treintañero productor de documentales Jon Ossoff adelantaba, por su parte, por unos 15.000 votos al millonario y aliado de Donald Trump David Perdue con el que se disputaba el segundo escaño en juego y al que finalmente derrotó a última hora de ayer.

Los grandes medios estadounidenses, encargados de proyectar al ganador, mantenían la prudencia mientras finalizaba el recuento. Sin embargo, Ossoff, se adjudicó la victoria en la segunda vuelta de las elecciones al Senado celebrada después de que ninguno de los candidatos lograra superar el 50 % de los apoyos necesarios en noviembre. «Georgia, gracias por la confianza que me han otorgado», dijo el demócrata en un breve vídeo en sus redes sociales.

El desenlace se prolongó debido a lo ajustado de los escrutinios y por la prudencia adoptada por los líderes republicanos de Georgia para blindarse de las acusaciones de fraude electoral sin fundamento del presidente.

El secretario de Estado, Brad Raffensperger, al que Trump presionó por teléfono para que cambiara los resultados de las presidenciales en su favor, recordó que las papeletas de los militares destinados en el extranjero pueden llegar hasta el viernes al mediodía.

Una situación sin precedentes

Mientras el recuento continuaba, el presidente saliente prosiguió con sus acusaciones de irregularidades. «Nunca concederé la victoria, vamos a detener este robo», proclamó Donald Trump en un mitin en Washington frente a cientos de seguidores, antes de que irrumpieran en el Capitolio, durante la sesión del Congreso convocada para certificar la victoria de Joen Biden. Una situación sin precedentes en la historia de Estados Unidos.

Una vez confirmados los pronósticos de la victoria demócrata en Georgia, el Senado quedará empatado con 50 republicanos frente a 50 demócratas, dos de ellos, independientes, pero la próxima vicepresidenta, Kamala Harris, podrá emitir el voto decisivo en caso de empate. Los republicanos necesitaban ganar solo uno de los escaños para mantener el control de la Cámara encargada de aprobar las leyes, que ostentaban desde hace seis años, pero no lo consiguieron. Las elecciones de este estado sureño finalizaron con récord de participación anticipada o por correo con más de tres millones de papeletas, donde el voto joven y afroamericano fue clave para decantar la balanza por los demócratas.

Raphael Warnock, del púlpito a hacer historia en la política

RAPHAEL WARNOCK VIA YOUTUBE | EFE

Raphael Warnock hará historia al convertirse en el primer senador negro por Georgia y el primer demócrata negro en representar a un estado del sur en el Senado de Estados Unidos. Con 51 años y pastor evangélico de profesión, Warnock ha dedicado los últimos 15 años de su vida a liderar la iglesia bautista Ebenezer de Atlanta, donde predicaba Martin Luther King Jr., una de las grandes leyendas en la lucha contra la discriminación racial, del que es un ferviente discípulo.

De origen humilde, Warnock creció en Savannah, Georgia, en un bloque de viviendas públicas siendo el undécimo de doce hermanos. Se graduó en Morehouse College, una universidad negra de Atlanta, y su carrera ha estado marcada por sus posiciones progresistas en defensa de cuestiones como el aborto, el matrimonio homosexual y la reclamación de los derechos civiles de la población afroamericana, cuyo voto fue clave para su victoria en las elecciones.

Durante su etapa como pastor en Nueva York, Warnock fue uno de los principales opositores al entonces alcalde, Rudolph Giuliani, ahora abogado personal del presidente saliente, Donald Trump. Entonces destacó por su lucha contra los estereotipos negativos en las letras de canciones de música rap y contra la violencia policial.

Jon Ossoff, la joven y tranquila promesa judía

JON OSSOFF FOR SENATE HANDOUT | EFE

J on Ossoff ha pasado en menos de tres meses de ser casi un desconocido a ser adorado por las nuevas generaciones de estadounidenses. Con 33 años, Ossoff se convertirá en el senador más joven en casi medio siglo de historia de Estados Unidos y en el primer judío en representar a Georgia en la Cámara Alta del Congreso.

Su discurso tranquilo, su imagen de chico normal de los suburbios y su determinación sin estridencias han hecho de él un valor de futuro dentro del Partido Republicano. Nacido en Atlanta en el seno de una familia acomodada, ha tenido una vida relativamente fácil. Productor de documentales, comenzó en política con tan solo 16 años cuando el congresista y pionero de los derechos civiles John Lewis, fallecido el pasado verano, le abrió las puertas como voluntario en su oficina.

En el 2017, Ossof se postuló como candidato demócrata al Congreso. Su campaña fue la más costosa de la historia para un legislador norteamericano. Aunque acabó cediendo frente a la republicana Karen Handel, logró capitalizar su simpatía y apuntalar el apoyo popular para conseguir la victoria de Joe Biden el pasado noviembre. Partidario del derecho al aborto, comprometido con la causa medioambiental y defensor de regularizar la situación de algunos.

Stacey Abrams, la arquitecta del triunfo

El éxito demócrata en Georgia recae sobre un nombre: Stacey Yvonne Abrams (Wisconsin, 1973). Ella ha sido la arquitecta del triunfo de Biden en las elecciones del 3N y ahora en la segunda vuelta de los comicios al Senado En el 2018, se convirtió en la primera mujer negra candidata a gobernadora por el Partido Demócrata. Se quedó a las puertas por un puñado de votos, una ajustadísima derrota plagada de incidencias, en la que jugó un papel crucial la purga de votantes del censo y los cierres de colegios de distritos con abrumadora mayoría de población negra.

Abrams perdió aquellos comicios, pero esta abogada se empapó en aquel proceso electoral de importantes lecciones que la convertirían en la mayor experta en el combate legal de artimañas republicanas tan extendidas en los estados sureños, como Georgia. Con una ubicua presencia en múltiples frentes, Abrams se ha empleado a fondo para dar respuesta legal a los agresivos intentos de Trump de anular la victoria del candidato demócrata en este estado, que ha certificado la victoria de Biden en tres ocasiones, así como en movilizar a los votantes y los incontables actos de recaudación de fondos.

Para combatir las escaramuzas de los republicanos, de las que «dependen tanto y que sin las cuales no saben ganar», Abrams fundó la organización Fair Fight, corazón de esta contienda, a través de la que dota de una base estratégica y unos vínculos únicos a las comunidades.

Autora de ocho novelas

Abogada y exlegisladora estatal, cuenta con un descomunal currículo de excelencia que incluye la licenciatura de Derecho en Yale. Es profesora universitaria, cofundadora de una firma de servicios financieros y ha pasado diez años en la Cámara de Representantes de Georgia, seis de ellos como líder de la minoría demócrata. Pero lo que nadie sabe es que es la autora de ocho novelas románticas escritas con el seudónimo de Selena Montgomery.