Un político de raza, diplomático y astuto con muchos años en cargos de relevancia
Augusto Santos Silva es uno de los políticos más veteranos, conocidos y valorados de Portugal, no solo por edad sino por los años que lleva desempeñando cargos públicos y ministeriales de relevancia, primero con António Guterres, hoy secretario general de la ONU, después con José Sócrates y desde el 2015, como ministro de Negocios Extranjeros, en los dos ejecutivos que lleva dirigiendo su amigo António Costa.
Su formación de historiador y su experiencia didáctica como profesor universitario en la Universidad de Oporto han sido decisivas para conseguir la excelente oratoria que despliega tanto en sus intervenciones públicas como cuando responde a las preguntas de los periodistas, donde siempre consigue desviarse en las respuestas hasta donde quiere llegar, con elegancia y clase. Los que lo conocen lo definen como un «excelente negociador, ágil, educado», pero «duro e insistente para llevar a buen puerto sus objetivos». Lo mismo ocurre en la arena política portuguesa donde su astucia y olfato político le han hecho mantenerse y desempeñar cargos de relevancia en tres gobiernos socialistas diferentes.