Alivio y tristeza en la UE tras un acuerdo con Londres que Johnson recibe eufórico

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El «premier» celebra recuperar el control de «cada pedacito» de regulación

26 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Por fin podemos dejar el brexit atrás y la Unión Europea puede seguir avanzando», aseguró con alivio la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, al valorar el acuerdo alcanzado por Bruselas y Londres que definirá su relación tras la salida efectiva del Reino Unido del club comunitario el día 31. Un alivio compartido por líderes europeos y empresas, pero que no oculta el sabor amargo que deja la ruptura tras 47 años de relación. «Es un día de alivio», aunque también «de tristeza», resumió Michel Barnier, uno de los principales artífices de una agónica negociación cuyo resultado parecía abocado al fracaso hasta hace solo unos días.

Al otro lado del canal de la Mancha, en cambio, la consecución del pacto fue saludada con euforia por el primer ministro británico. Boris Johnson logró por fin el brexit que perseguía y que había convertido en la razón de ser de su existencia política. El premier cantó victoria en Nochebuena gracias a un acuerdo que cristaliza a sus ojos el objetivo de una soberanía plena.

Como era previsible, Johnson presentó el pacto como el mejor resultado al que se podía aspirar y como la culminación de un proceso cuyo fin último era hacer realidad el eslogan que llevó a la victoria del brexit en el referendo del 2016: «Recuperemos el control». «Hemos recuperado el control de nuestras leyes y de nuestro destino. Hemos recuperado el control de cada pedacito de nuestra regulación», dijo desde el 10 de Downing Street.

El histórico pacto fue anunciado este jueves por Von der Leyen como un acuerdo «justo y equilibrado» sobre su relación comercial tras el brexit y que «evitará perturbaciones» a trabajadores, viajeros y empresas. Von der Leyen reconoció que conseguir el pacto ha sido «un camino largo y tortuoso», pero «era un acuerdo por el que había que luchar». Según la presidenta de la CE, garantizará que la competencia en el mercado único «seguirá siendo justa» y que se respetarán los estándares comunitarios.

Entre otras herramientas, el acuerdo incluye un mecanismo por el que Bruselas podrá imponer sanciones en forma de aranceles a Londres por rebajar sus estándares laborales, sociales, medioambientales o climáticos. El Reino Unido podrá hacer lo mismo con los Veintisiete si es el club comunitario el que aprueba unos estándares más laxos.

«El Reino Unido ha decidido abandonar la UE y el mercado único, renunciando a los derechos y ventajas de un Estado miembro, y nuestro acuerdo no replica esos derechos y ventajas. Habrá, por tanto, pese al acuerdo, muchos cambios en pocos días, el 1 de enero, para muchos ciudadanos y empresas; es la consecuencia del brexit», concluyó, por su parte, Michel Barnier.

La versión menos mala

El acuerdo generó mensajes de felicitación y alivio de los líderes políticos de la Unión Europea, que confían en que aportará certidumbre y permitirá seguir avanzando a las dos partes. La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que el 1 de enero arranca «un nuevo capítulo» en las relaciones. «Reino Unido seguirá siendo un aliado importante para Alemania y para la UE», dijo Merkel, mientras que el francés Emmanuel Macron apeló en Twitter a «la unidad y la firmeza europeas» y pronosticó que el pacto permitirá «proteger» a «ciudadanos, pescadores y productores». «Nos aseguraremos de que este sea el caso», dijo.

Para el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, se trata de «un buen acuerdo», con un «resultado equilibrado», si bien ha incidido en que su país no puede hablar en ningún caso de un buen brexit: «Es la versión menos mala del brexit que se podía lograr, dadas las circunstancias».

Un pacto que se debe ratificar en el Parlamento europeo y en el británico

 

 

La Unión Europea (UE) y el Reino Unido cerraron el jueves el acuerdo sobre su relación tras el brexit y se disponen a aplicarlo desde el 1 de enero, para lo que deben seguir unos trámites que, sobre todo en el bloque comunitario, se van a acelerar para llegar a tiempo al primer día del 2021.

Aunque correspondía al Parlamento Europeo ratificar el texto, la prolongación de las negociaciones hasta Nochebuena ha hecho imposible que la Eurocámara lo haga antes de fin de año y, finalmente, dará su consentimiento en enero.

Así, la Comisión Europea propuso la aplicación provisional del acuerdo entre el 1 de enero y el 28 de febrero del 2021, que también exige una serie de trámites que el club comunitario espera completar antes de fin de año. Los países tendrán unos pocos días, en torno a dos o tres, para examinar el texto antes de confirmar su entrada en vigor. La Comisión debe presentar al Consejo, que reúne a los Estados miembros, la decisión sobre la firma y aplicación provisional del pacto. El Consejo, por unanimidad, debe apoyar la decisión que autoriza la firma del documento y su aplicación provisional desde el próximo 1 de enero.

A continuación, tendría lugar la firma oficial del acuerdo y después, se publicaría en el diario oficial de la Unión Europea antes de fin de año, para que se aplique de manera provisional desde el 1 de enero. Ya en el nuevo año, el Parlamento Europeo podrá ratificar el pacto. Su papel es el de dar consentimiento, sin posibilidad de hacer enmiendas, pero mantiene su capacidad de vetar la totalidad de lo acordado. La sesión previsiblemente se celebrará del 18 al 21 de enero. Una vez que se haya pronunciado el Parlamento Europeo, el Consejo puede adoptar la decisión sobre la conclusión del acuerdo.

Votación el día 30

Para que el pacto del brexit sea ratificado por el Reino Unido, tendrá que ser sometido a votación en la Cámara de los Comunes. Para ello, se ha convocado una votación de urgencia el próximo 30 de diciembre. Este debería de ser un paso anecdótico para un Boris Johnson que tiene la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, con el apoyo de su partido Conservador y, además, el de los opositores laboristas.

Lo previsble, por lo tanto, es que este nuevo acuerdo logrado entre Londres y Bruselas salga adelante sin problemas.