Londres y la UE, «cerca» de lograr el milagro de pactar su futuro «posbrexit»

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Reuters

Los embajadores de los Veintisiete podrían revisar este jueves el borrador del pacto

24 dic 2020 . Actualizado a las 08:18 h.

Si hay una época en la que pueden esperarse los milagros esa es la Navidad y el Reino Unido y la Unión Europea (UE) parecen estar «cerca» de alumbrar uno: la firma de un acuerdo comercial y de seguridad que defina su relación tras el brexit y que evite un divorcio abrupto esta Nochevieja.

Algunos medios británicos adelantan que Boris Johnson podría realizar una llamada telefónica a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en el transcurso de esta mañana.

Tras nueve meses de tortuosas negociaciones, en las que ambas partes se han impuesto decenas de plazos que no han cumplido, se han lanzado numerosos reproches y acusaciones; y hasta se han producido amagos de levantarse de la mesa, ayer fuentes comunitarias aseguraron que el pacto es «inminente» porque «las estrellas se han alineado». Sin embargo, no precisaron si podría ser firmado este jueves o si se requerirán más días de conversaciones.

Por su parte, desde el 10 de Downing Street los funcionarios más optimistas afirmaron que «el acuerdo ya es un hecho», mientras que los más cautos aseguraron: «Es posible, pero está lejos de estar asegurado». Las noticias hicieron que la libra esterlina ganará un 1 % frente al dólar estadounidense y un 0,75 % ante el euro en las bolsas.

Al punto medio

Las concesiones que en las últimas horas han hecho tanto Londres como Bruselas en el espinoso tema de la pesca parecen haber servido para llegar a un entendimiento. Tras pasar meses negándose a permitir que la flota comunitaria siguiera faenando en sus aguas a partir del 1 de enero, el Gobierno británico ofreció hace dos meses permitir que algunos barcos pudieran seguir pescando en su territorio durante tres años, pero a cambio de que le entregaran el 80 % de lo que capturen. Sin embargo, en los últimos días había cedido y ahora aceptaba que la flota siguiera cinco años y que solo le entregaran un 35 %.

Los negociadores comunitarios, por su parte, han debido olvidarse de su petición de que sus marineros pudieran seguir una década en aguas británicas y que apenas cediesen un 10 % de lo capturado. En su penúltima oferta, acordaron devolver el 25 %.

Estos gestos, sumados a la implicación de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habrían sido determinantes para el milagro. La alemana no solo ha estado en permanente comunicación con el primer ministro Boris Johnson durante las últimas 72 horas, sino que además le habría pedido a los nueve países del bloque que tienen barcos faenando en aguas británicas que hicieran una oferta final para terminar con el asunto de una vez por todas.

Pese a que la pesca representa menos del 1 % del producto interior bruto (PIB) del Reino Unido y de la UE, el asunto tiene gran simbolismo en ambas orillas del canal de la Mancha. Para Londres, es un icono de la soberanía que esperan recuperar, mientras que Bruselas teme por las comunidades costeras donde la pesca es la única actividad económica.

El anuncio de que los embajadores de los Veintisiete se reunirán este jueves en Bruselas ha reforzado las expectativas sobre la inminencia del acuerdo. El londinense The Guardian aseguraba que los representantes de los Estados miembros analizarán el borrador, que tendría unas 2.000 páginas, para así iniciar su proceso de ratificación.

La prensa británica daba por hecho que el eventual pacto entrará en vigor el próximo 1 de enero de «manera provisional», pese a que el Parlamento Europeo ya anunció que no lo revisaría y, por lo tanto, no lo avalaría.

Un brexit abrupto podría costarle al Reino Unido, solo en el primer año, unos 300.000 empleos y reducirá su PIB en 2 puntos (44.000 millones de euros), según la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria.