China multiplica sus inversiones para ganar peso en los Balcanes

Marcel Gascón BUCAREST / EFE

INTERNACIONAL

El primer ministro de Montenegro, Zdravko Krivokapic, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el pasado día 15, en Bruselas
El primer ministro de Montenegro, Zdravko Krivokapic, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el pasado día 15, en Bruselas Francisco Seco Reuters

Pekín busca influencia mediante la construcción de infraestructuras y la compra de deuda externa

22 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La influencia que China ejerce en muchas partes del mundo, como constructor de obra pública y prestamista de Gobiernos, está llegando en los Balcanes a niveles más profundos gracias a una estrategia de penetración en los medios de comunicación para crear una imagen amable entre la opinión pública.

DIPLOMACIA MEDIÁTICA

Ganarse a la opinión pública. «En la pasada década, China ha conseguido entrar en la prensa de la región y está cada vez más implicada en el panorama mediático de Europa del Sureste», dice a Efe el experto del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) Vladimir Shopov, sobre cómo el Gobierno chino busca ganarse a la opinión pública de estos países.

Shopov afirma que esta penetración, que ha empezado a tomar fuerza en los últimos dos años, está permitiendo a Pekín mejorar su imagen y las percepciones de las sociedades de los Balcanes sobre sus políticas y las relaciones con otros Gobiernos «de forma cada vez más sistemática».

«Si este proceso tiene éxito, China tendrá una influencia importante en su ecosistema mediático», considera el experto, autor del informe Aparecer en el radar: la creciente presencia de China en el Sureste de Europa.

El documento, recién publicado, se fundamenta en las entrevistas de Shopov a cuarenta periodistas, analistas políticos, investigadores, académicos, diplomáticos, políticos y empresarios en los seis países de la antigua Yugoslavia, Albania y Bulgaria.

VIAJES PAGADOS

Colaboración con diversos países de la región. Dentro de estos esfuerzos, la agencia estatal de noticias china, Xinhua, ha puesto en marcha colaboraciones con las agencias públicas de Albania, Bosnia, Macedonia del Norte y Serbia. Además, periodistas de estos países, y de Croacia y Montenegro, son invitados a viajes pagados a China para que escriban sobre los logros del país.

En Albania, el Gobierno de Pekín ofrece gratis a la televisión pública documentales que presentan una imagen positiva de China y su sistema de Gobierno, y los corresponsales de Xinhua dan clases en las universidades de Bosnia, donde funciona un medio en lengua local dedicado a informar sobre China desde la narrativa oficial.

Lo mismo ocurre en Bulgaria, donde existe un medio de titularidad china que informa en búlgaro y donde el portal de noticias local 24 Horas tiene una sección sobre China alimentada solo con información oficial.

Por otra parte, los medios oficiales chinos proporcionan a medios de los Balcanes contenido traducido para las noticias internacionales que no pueden cubrir con material propio.

Obra pública

Un inversor crucial. En la mayoría de estos países, China lleva ya años bien situado como un inversor crucial, con obras relevantes como la autopista entre Serbia y Macedonia del Norte o la expansión de una central eléctrica de carbón en Bosnia.

El régimen comunista chino es además una fuente de crédito fácil para las precarias economías de los Balcanes.

Alrededor de un 40 % de la deuda externa de Montenegro está en manos de China, lo que pone a esa antigua república yugoslava en una situación particularmente frágil ante el gigante asiático.

Para Shopov, los esfuerzos de China por ganar relevancia en los ámbitos periodísticos, culturales y académicos de estos países busca acercar su visibilidad al nivel de su influencia económica y financiera.

«China quiere ser más visible, estar más presente, en concordancia con su creciente influencia global», estima el experto.

DIFERENCIAS CON RUSIA

Al margen de las políticas internas. A diferencia de Rusia, que a través de medios oficiales como Sputnik apoya a menudo movimientos o partidos políticos antisistema en los países donde sus medios operan, China no tiene, por el momento, intención de influir así en las políticas internas.

«Su actitud es muy diferente», dice Shopov, que explica que el objetivo de China es más mejorar su imagen y crear un clima favorable para las relaciones bilaterales, que promover su modelo político.

el caso checo

Operador de televisión. Los críticos de la influencia china están preocupados por la adquisición, el pasado mes de octubre, del grupo audiovisual CME por el empresario checo Petr Kellner, considerado un peón del régimen comunista chino y que ha financiado campañas de propaganda china en la República Checa.

CME opera más de 30 canales de televisión en Europa Central y Oriental, entre los que destacan los líderes de audiencia en Rumanía, ProTV, y Bulgaria, bTV.

Con todo, Shopov opina que es demasiado pronto para saber si esos medios pueden convertirse en mecanismos de propaganda china.

Andreea Brinza, del Instituto Rumano para el Estudio de la Región Asia-Pacífico (RISAP), no cree que hacer propaganda de Pekín esté entre los objetivos de Kellner al frente de CME.

Brinza sostiene que la idea del magnate es «sacar beneficios», y no cree que hacer propaganda china tuviera mucho éxito en un canal de audiencia pro-occidental y liberal como ProTV.