Joshua Wong, Agnes Chow e Ivan Lam se declararon culpables y han sido sentenciados a penas de prisión de entre siete y trece meses y medio
02 dic 2020 . Actualizado a las 16:40 h.Hong Kong ha asestado este miércoles un nuevo golpe al activismo prodemocracia. Un tribunal ha condenado a penas de prisión de entre siete y trece meses y medio a los activistas Ivan Lam, Agnes Chow y Joshua Wong, que la semana pasada se declararon culpables de haber organizado una asamblea ilegal y de haber incitado a otras personas a sumarse a la misma.
Se trata de la manifestación que celebraron en junio del año pasado frente al cuartel general de la Policía, en el distrito de Wan Chai. Aquella protesta masiva fue una de las precursoras del gran movimiento antigubernamental que provocó las revueltas más violentas de esta Región Administrativa Especial de China en medio siglo.
Los tres activistas prodemocracia, cuya edad va de los 23 años de Chow a los 26 de Lam, supone un nuevo revés judicial para los manifestantes que exigen, entre otras cosas, la elección de sus gobernantes autonómicos a través de elecciones con sufragio universal.
«No es el fin de nuestra lucha. Entramos en otro campo de batalla complicado. Continuaremos con la lucha por la democracia y las libertades de Hong Kong desde la cárcel, donde se encuentran muchos otros manifestantes valientes», ha dicho Wong a través de sus abogados. Él solo ha podido gritar el equivalente a '¡resistid!' antes de ser introducido en la furgoneta policial que ha llevado al trío a la cárcel.
No es la primera vez que el joven activista entra en prisión, y la semana pasada ya vaticinó que volvería a estar entre rejas. No en vano, la jueza Wong Sze-lai, ha recordado los antecedentes de Wong y Lam y ha afirmado que devolverlos a la cárcel es la única forma de lograr que su condena disuada a otros que se plantean seguir sus pasos.
Además de la sentencia actual, Chow también está siendo procesada por la posible violación de la nueva Ley de Seguridad Nacional, que fue dictada desde Pekín para acabar con las protestas y que ha sido especialmente efectiva en su objetivo, ya que incluye penas de hasta cadena perpetua.
No obstante, otros manifestantes recuerdan que la nueva ley no ha resuelto los graves problemas políticos que provocaron las revueltas, y que el descontento volverá a recorrer las calles. «Cuando la pandemia del coronavirus acabe, muchos estaremos listos para retomar la lucha por la libertad de Hong Kong. Incluso con acciones más violentas si es necesario», comenta a este diario uno de los jóvenes que el año pasado estuvieron en primera línea de batalla y que pide mantenerse en el anonimato. «Tenemos que evitar a toda costa que China elimine las libertades y los derechos de los que hemos disfrutado y lograr avances hacia una democracia plena», añade.