Con las manos en la masa gracias a Luís

Begoña Íñiguez LISBOA

INTERNACIONAL

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Un publicista encandila a los portugueses con su web de cocina

30 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hablar de Luís Lucas es hacerlo de la gastronomía portuguesa con mayúsculas, llevada hasta los altares de la perfección, en la presentación, el sabor y en el resultado final, que solo unos pocos pueden lograr. Propietario desde hace 35 años de una prestigiosa agencia, Grafe Publicidade, situada en Marvila, el barrio creativo de la zona oriental de Lisboa, la vida de Luís no tiene sentido sin la cocina, con la que da rienda suelta a su enorme creatividad y energía. Se siente completo ideando y elaborando platos de raíz portuguesa y con influencias de sus múltiples viajes y experiencias gastronómicas. Con ellos deleita a su familia, amigos, empleados, clientes y las numerosas personas que entran en su web, grafe-e-faca.com (significa cuchillo de cocina).

«Lo que más me gusta hacer en la vida es crear, cocinar y deleitar a los que más quiero con lo que mejor sé hacer», explica mientras cocina en la parte de arriba de la nave que alberga su agencia.

Asegura que «esta pandemia está cambiando los hábitos de vida de muchas personas, que, al teletrabajar y por miedo al virus, han vuelto a cocinar o lo están haciendo por primera vez». «La web tiene ya nueve años y más de mil recetas, además de múltiples consejos y sugerencias, pero los últimos meses estamos teniendo muchas más visitas, superamos ya las 60.000 mensuales», señala un Lucas orgulloso mientras separa las claras de las yemas para hacer una encharcada, un postre típico conventual luso elaborado con huevos y azúcar. «Últimamente me contactan muchas personas a través de las redes sociales para pedirme consejo, por ejemplo, sobre cómo cocer el bacalao, hacer en su punto unos ovos mexidos com farinheira, un revuelto típico portugués, o hacer un determinado postre», aclara.

Luís Lucas recuerda que en marzo y abril pasados elaboró desde sur retiro ribatejano, donde estuvo confinado con su mujer, un plato diario para sus seguidores: «Ese intercambio de conocimientos a través de mi cocina me mantuvo vivo durante esos meses».

Un amor desde los 9 años

«Soy de Carregueira, un pequeño pueblo próximo a Santarém, de la región del Ribatejo. La cocina siempre ha estado presente en mi vida desde los 9 años, cuando mi madre me dejó ir solo a la tienda y elaborar por primera vez uno de mis dulces preferidos, el salame, una especie de salchichón de chocolate y galleta», dice el publicista, que a continuación añade: «Desde muy pequeño iba con mis padres al mercado y seguía todo el proceso de elaboración de los platos». «Ese amor por la cocina fue la base ideal para poner en práctica mi creatividad», explica entre risas, mientras saboreamos una sopa de garbanzos y pasta deliciosa, similar a los potajes españoles, aunque con un sabor inconfundible a hierbas aromáticas, a la que seguirá después una feijoada vegetariana, guiso de judías blancas, bacalao y una carne de quitar el hipo.

«Me acuesto pensando en mis próximos platos, en lo que cocinaré al día siguiente, y ahora que está tan de moda la sostenibilidad me río, porque mi cocina es 100 % de aprovechamiento: de lo que sobre hoy no se tirará nada. Con la feijoada, por ejemplo, se puede elaborar un arroz de feijão delicioso».

Cuando le preguntan por sus platos preferidos de la gastronomía lusa responde: «Hay tantos... Los de pescado cocido, grelhado o en caldeirada, los arroces, nuestras maravillosas sopas, que cualquier español tiene que probar, la carne con los adobos de pimentón tan típicos del interior luso, y los postres». «Y es que me encanta el bacalao, pero en Portugal tenemos otros platos maravillosos que invito a probar y a cocinar a través de las recetas de Grafe e Faca», añade.

La tortilla y la paella

El cocinero planea sus viajes en función de los restaurantes que visitará. Le encanta la cocina italiana y la española, que califica como «las mejores del mundo junto con la portuguesa, las más variadas y equilibradas». De los platos españoles escoge «la tortilla de patata, los revueltos y las paellas, una auténtica delicia». «Aunque los dulces, ¡mejor los portugueses, eh?, con más azúcar y huevo», termina Luís con una carcajada.