Los 16 niños venezolanos fueron detenidos por la policía tras llegar a Trinidad en un solo bote

Pedro García Otero CARACAS | CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

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«Nos tiramos sobre los pequeños para que no se mojaran, pero pasamos todos mucho frío. Las olas venían muy fuertes y pudimos habernos ahogado», manifestó un menor de 17 años

26 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras retornar a Trinidad y Tobago, la policía de ese país detuvo por unas horas a los 16 niños venezolanos que fueron deportados en pateras el domingo, y que, tras unas horas en el mar, fueron aceptados en la isla por una orden de la Corte Suprema de Justicia. Los menores y adultos que llegaron el martes a la playa Los Iros fueron abordados por la policía, periodistas y varias oenegés de derechos humanos. Antes de que la policía los llevase a comisaría, relataron a los medios y a las organizaciones de ayuda que vivieron horas muy difíciles en las 7 millas de mar que separan a Trinidad de la costa venezolana.

«Anoche (por el lunes) llovió. Nos tiramos sobre los pequeños para que no se mojaran, pero pasamos todos mucho frío. Las olas venían muy ásperas (fuertes). Pudimos habernos ahogado», señaló a medios trinitarios Keren Goblin, de 17 años. Uno de los dos botes en los que fueron deportados tuvo un fallo en el motor, por lo que llegaron a Venezuela con una sola embarcación.

Cuando el tribunal supremo falló el martes en contra de la decisión del primer ministro trinitario Keith Rowley, volvieron a salir de La Barra, un caño de la desembocadura del río Orinoco, desde donde dos lanchas trinitarias, contratadas por venezolanos en la isla, los volvieron a llevar a Trinidad.

Los 16 menores y 11 adultos denunciaron que todos fueron hacinados en una celda de 24 metros cuadrados. Al mediodía, hora local, diez de los menores fueron liberados.

La presión internacional contra Trinidad por su decisión de deportar a los niños venezolanos no moverá al Gobierno de Rowley ni un milímetro de la línea dura que mantiene contra la inmigración venezolana, según reafirmó ayer el propio primer ministro en un tenso hilo publicado en Twitter. Rowley acusó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, de «haber emprendido una guerra contra Trinidad por no apoyar un cambio de régimen en Venezuela» y señaló que se pretende forzar a Trinidad a aceptar inmigrantes y «soportar la acción de traficantes de personas bajo la excusa de que se trata de refugiados».

«Trinidad y Tobago se encuentra actualmente bajo el último asalto, utilizando personas anónimas, sin rostro, armadas con niños inocentes, para tratar de obligarnos a aceptar su comprensión del estatuto de refugiado», afirmó Rowley.

El régimen de Maduro, que ha llegado a emitir tres notas de protesta en un día, jamás ha emitido una por los evidentes excesos de Trinidad contra los venezolanos que llegan a sus costas. Por su parte, Juan Guaidó, líder de la oposición venezolana, señaló que «es intolerable tal acción. Todo esto es por la tragedia que Maduro generó, por la que venezolanos balseros han tenido que buscar refugio».