La violencia sigue en Colombia cuatro años después del acuerdo de paz con las FARC

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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El expresidente Santos y el comandante Timochenko, durante la firma del acuerdo de paz con las FARC
El expresidente Santos y el comandante Timochenko, durante la firma del acuerdo de paz con las FARC JAIME SALDARRIAGA | REUTERS

Grupos armados se disputan amplios territorios donde operaba la guerrilla

25 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Logramos sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera, más amplia y más profunda», dijo el expresidente colombiano, Juan Manuel Santos, hace ahora cuatro años, el 24 de noviembre del 2016, tras firmar el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC. «Creemos indispensable que para el bien del país la palabra sea la única arma que nos permitamos usar los colombianos», señaló también en el mismo acto Rodrigo Londoño, alias Timochenko, el último comandante del grupo subversivo, ahora presidente del partido nacido de la guerrilla, que cuenta con diez congresistas en el Legislativo.

Unos 13.000 ex combatientes de las FARC dejaron las armas e intentan reincorporarse a la vida civil. Pero, cuatro años después de la firma de la paz -a pesar de éxitos como el territorio desminado, ciertas reformas políticas y la disminución de la violencia y los secuestros en parte del territorio rural- la guerra continúa en Colombia con grupos más divididos.

El Estado colombiano no ha logrado controlar una parte importante de los territorios donde operaba la guerrilla, muchos de ellos centros del narcotráfico. Esas amplias zonas se las disputan ahora varios grupos armados, entre los que destacan la organización narco paramilitar conocida como el Clan del Golfo, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los disidentes de las antiguas FARC.

No todos los ex líderes del grupo subversivo se han plegado a lo firmado hace cuatro años. Iván Márquez y Jesús Santrich, dos importantes ex comandantes, aplaudían de pie sobre el estrado y a escasos metros de los protagonistas la firma del acuerdo de paz. Pero casi tres años después, el 29 de agosto del 2019, ambos aparecieron en un vídeo en la selva portando fusiles y anunciando su vuelta a la lucha armada.

Su nuevo grupo, conocido como la Segunda Marquetalia, reúne a unos 1.000 hombres y se disputa con otros grupos armados el control territorial en el campo. Se han enfrentado, en algunas ocasiones a otro grupo liderado por el ex comandante Gentil Duarte, que dirige a 3.000 hombres y controla varios territorios.

75 masacres este año

La violencia va en aumento en las zonas rurales de Colombia, donde se han producido 75 masacres en lo que va de año. Solo este fin de semana murieron 15 personas. Esa violencia va también dirigida a exguerrilleros de las FARC que se acogieron al proceso de paz. Al menos 243 fueron asesinados en los últimos cuatro años, según las cuentas del partido surgido del grupo subversivo.

A nivel institucional, tanto los exguerrilleros como el Gobierno, denuncian incumplimientos de un pacto de paz muy criticado por el partido en el poder, el Centro Democrático del presidente Iván Duque y del ex presidente Álvaro Uribe, ferviente opositor al proceso de paz.

Los uribistas han puesto en su punto de mira la Jurisdicción Especial para la Paz, el tribunal que esclarece los casos más violentos del conflicto y que ha logrado recuperar varios cuerpos. El Gobierno pide a los ex guerrilleros, que devuelvan sus bienes para reparar a las víctimas, mientras el partido FARC critica la poca inversión en proyectos productivos para los excombatientes, las deficiencias en seguridad, y la ausencia de reforma rural en un país que sufre ahora protestas antigubernamentales a las que se han sumado los congresistas del disuelto grupo subversivo.