Francia investiga el desalojo violento de un campamento de migrantes en París

beatriz juez PARÍS / COLPISA, EFE

INTERNACIONAL

CHRISTOPHE PETIT TESSON | EFE

El ministro Interior galo admite que la actuación generó «hechos inaceptables», cuya difusión a través de las redes ha exacerbado las críticas contra el Gobierno

25 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El titular francés de Interior, Gérald Darmanin, ha pedido a la Inspección General de la Policía Nacional que investigue el violento desalojo de un campamento de migrantes en París, tras la polémica suscitada por las imágenes de esa operación difundidas en las redes sociales. El propio ministro las calificó de «chocantes», y algunos de los hechos como «inaceptables».

La intervención policial se produjo el lunes por la noche. Centenares de migrantes habían montado ese mismo día tiendas de campaña en la céntrica plaza de la República para reclamar más refugios de emergencia. La mayoría de ellos afganos, vivían antes en un campamento en Saint-Denis, a las afueras de la capital, que también fue disuelto. Una semana después, muchos de ellos seguían durmiendo en la calle.

Golpes y gases lacrimógenos

Los agentes utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos por la fuerza. En los vídeos, se puede ver a policías levantando las tiendas de campaña, incluso con personas todavía en su interior; a otro poniendo la zancadilla a un joven que huía o a un periodista que grababa las escenas inmovilizado en el suelo por uniformados y golpeado con una porra.

Los hechos se producen en medio de un encendido debate en el país sobre la proposición de ley de Seguridad Global. El artículo 24, el más controvertido, prevé limitar la difusión de imágenes de las fuerzas del orden para evitar que sean utilizadas en campañas de odio en las redes sociales. Sus detractores temen que esta ley fomente la impunidad policial y limite la libertad de prensa, la libertad de expresión y la libertad de informar y estar informado. El primer ministro, Jean Castex, anunció ayer que pedirá al Consejo Constitucional que examine ese artículo ante la fuerte oposición de periodistas y organizaciones pro derechos humanos.

La difusión de las imágenes del desalojo ha generado una oleada de críticas contra el Gobierno francés. Los vídeos y fotografías de lo sucedido no tardaron en hacerse virales en las redes.

La asociación Utopia 56 denunció en Twitter que tanto el medio millar de tiendas como las cerca de 1.000 mantas distribuidas a los inmigrantes y demandantes de asilo habían sido ofrecidas por colectivos humanitarios gracias a donaciones ciudadanas.

El desalojo se presenta como un nuevo pulso entre la Alcaldía de París y el Ejecutivo sobre la gestión del alojamiento disponible para inmigrantes y refugiados, a los que según la regidora municipal, la socialista Anne Hidalgo, no se puede evacuar sin un «diagnóstico social previo» y sin hacerse cargo de los vulnerables. Hidalgo condenó con dureza la actuación policial.

Organizaciones como Amnistía Internacional elevaron su reproche reclamando una comisión de investigación parlamentaria sobre las violaciones de los derechos de los inmigrantes y refugiados y recalcaron que si esas imágenes sorprenden es porque reflejan «una realidad, la de las prácticas policiales abusivas».