Aplazado el juicio por corrupción contra Sarkozy por enfermedad de un acusado

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Sarkozy entrando en la sala de vistas, antes de que se suspendiese el jucio
Sarkozy entrando en la sala de vistas, antes de que se suspendiese el jucio CHRISTOPHE PETIT TESSON | EFE

El magistrado Azibert, de 73 años, no se trasladó al tribunal alegando problemas de salud incompatibles con la actual pandemia de covid-19

23 nov 2020 . Actualizado a las 17:10 h.

El juicio por corrupción contra el expresidente francés Nicolas Sarkozy fue aplazado, pocos minutos después de haber comenzado este lunes, a petición de los abogados de uno de los acusados, el magistrado Gilbert Azibert, a causa de su estado de salud. La presidenta del tribunal ordenó un examen médico del acusado que debe ser entregado antes del próximo jueves, cuando está previsto que reabra un juicio en el que Sarkozy afronta una condena de hasta 10 años de prisión y un millón de euros de multa.

Sarkozy, que presidió Francia entre el 2007 y el 2012, se convirtió hoy en el primer expresidente francés que se sienta en el banquillo de los acusados por un caso de posible corrupción y tráfico de influencias sacado a la luz por unas escuchas judiciales. Junto a él, están acusados su abogado de toda la vida, Thierry Herzog, y el magistrado Azibert, de 73 años, el único de los tres que no se trasladó al tribunal alegando problemas de salud incompatibles con la actual pandemia de covid-19.

«Dada su edad y sus antecedentes clínicos, con problemas cardíacos y respiratorios, los médicos han aconsejado a mi cliente no viajar a París en este contexto de pandemia. Mi cliente está muy interesado en testificar en persona en este juicio», declaró el abogado de Azibert Dominique Allegrini

La Fiscalía se opuso al retraso del juicio y alegó que, en el peor de los casos, el acusado puede testificar por vídeoconferencia, tal y como está registrado en las normas judiciales dictadas por el Gobierno para adaptarse al coronavirus.

El retraso del juicio no evitó la imagen de un expresidente entrando en un tribunal para sentarse en el banquillo de los acusados, algo inédito en Francia.

Una foto que evitó su antecesor en el cargo, Jacques Chirac, cuyos problemas de salud le permitieron ausentarse del juicio por corrupción en el que fue condenado en el 2011 por la financiación ilegal de su partido a través de empleos ficticios de su etapa al frente de la Alcaldía de París.

Sarkozy, de 65 años y retirado de la primera línea política desde el 2016, aunque sigue siendo una voz muy escuchada en el partido conservador Los Republicanos, está acusado de haber prometido actuar para promocionar a Azibert, a cambio de que este le ayudara con una de las múltiples investigaciones que la justicia abrió contra él al salir del Elíseo.

El caso por el que está siendo juzgado fue sacado a la luz en el marco de unas escuchas ordenadas por otra investigación, la de la financiación de su campaña del 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi.

Los investigadores interceptaron conversaciones de Sarkzoy y su abogado en las que hablaban de una posible promoción de Azibert, a cambio de que el magistrado interfiriera en otro caso, el supuesto abuso de la debilidad de la anciana heredera del imperio cosmético L'Oréal Liliane Bettencourt.