Trump se embarca en una purga en departamentos claves del Gobierno

Héctor Estepa JERSEY CITY / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Trump, ante el monumento al soldado desconocido en el cementerio de Arlington
Trump, ante el monumento al soldado desconocido en el cementerio de Arlington CARLOS BARRIA | Reuters

Coloca a leales en el Pentágono tras las dimisiones por el despido de Esper

12 nov 2020 . Actualizado a las 18:09 h.

Donald Trump, que sigue dispuesto a obstaculizar el traspaso de poder a Joe Biden, ha iniciado una sustitución de altos cargos en ministerios y agencias gubernamentales, que los medios estadounidenses califican de «purga», para colocar a asesores y funcionarios leales. El Departamento de Defensa ha sido el escenario principal de esos relevos. Trump despidió el lunes a Mark Esper, el jefe del Pentágono, con quien chocó en los últimos meses, debido a su negativa a enviar contingentes militares a las protestas contra la brutalidad policial que se desarrollaron en todo EE.UU.

La destitución de Esper ha provocado una cascada de renuncias. Al menos tres altos funcionarios civiles, supervisores de las áreas de política, inteligencia y personal, han dejado sus puestos. Uno de ellos fue obligado a renunciar y otro manifestó que era una dimisión planeada desde hacía tiempo. Han sido sustituidos por funcionarios leales a Trump, y de pasado discutible, según las investigaciones de la prensa. Por ejemplo, la jefatura de la sección de política va a ser ocupada por el general de brigada retirado Anthony Tata, que se ha referido al islam como «la religión violenta más opresiva» y considera al expresidente Barack Obama como un «líder terrorista». Trump ya intentó introducirlo en Defensa hace unos meses, pero legisladores demócratas y republicanos rechazaron el nombramiento.

«Como siempre, las vendettas y las pataletas de Trump desbancan nuestra seguridad nacional. Elevar a Anthony Tata —que era demasiado extremo como para ser considerado por el Senado— a la dirección del Departamento de Política en el Pentágono es profundamente desestabilizador durante este período de transición», criticó el senador demócrata Richard Blumenthal. En los últimos días, se han producido también controvertidos relevos en el Departamento de Justicia, en la coordinación de la infraestructura nuclear y en la diplomacia.

Reaparición en público

El presidente saliente reapareció ayer en público por primera vez después de su desafiante discurso del pasado jueves denunciado fraude, en un acto con motivo del Día de los Veteranos de Guerra. En el cementerio de Arlington presentó sus respetos a la tumba del soldado desconocido sin hacer declaraciones, aunque sí estuvo muy activo en las redes sociales.

En un mensaje en Twitter, Trump acusó a la cadena ABC y al diario The Washington Post de «producir un sondeo ilegal» sobre intención de voto antes de las elecciones en el que lo situaba 17 puntos por debajo de Biden en Wisconsin, cuando el 3N la carrera fue igualada. «Nos estamos preparando para ganar ese estado», señaló. Trump cree que las encuestas desfavorables desalentaron a los republicanos. Según un sondeo de YouGov para The Economist, el 86 % de los votantes de Trump creen que Biden «no ha ganado legítimamente las elecciones» y el 73 % , que jamás se sabrá el resultado real.

Los analistas no creen que la batalla legal iniciada por Trump tenga muchas opciones en los tribunales, porque para ganar pleitos tendría que demostrar que el fraude fue masivo, algo que hasta ahora no se ha producido. Joe Biden declaró el martes que las denuncias de Trump son «una vergüenza» y que «no ayudarán a su legado».

El equipo de Trump ha iniciado una batalla legal en los Estados donde el recuento fue ajustado, pero los analistas no creen que tenga muchas opciones en los tribunales, porque para ganar pleitos tendría que demostrar que el fraude fue masivo, algo que hasta ahora no se ha producido.

Sí ha conseguido el presidente que vaya a iniciar un recuento en Georgia, donde Biden tiene una ventaja de unos 14.000 votos con el 99% de las papeletas escrutadas. El candidato demócrata no necesita al Estado sureño para ganar las elecciones.