Marruecos acusa al Frente Polisario de poner en peligro el alto el fuego en el Sáhara Occidental

LA VOZ REDACCIÓN / AGENCIAS

INTERNACIONAL

Decenas saharauis llegados desde las zonas liberadas y los campos de refugiados en Argelia llegaron hoy al paso fronterizo de Guerguerat para exigir su cierre y pedir a la ONU que cumpla con el compromiso de celebrar un referéndum de autodeterminación en la mayor manifestación celebrada hasta la fecha en este área que separa Mauritana de las áreas ocupadas por Marruecos en el Sahara Occidental.
Decenas saharauis llegados desde las zonas liberadas y los campos de refugiados en Argelia llegaron hoy al paso fronterizo de Guerguerat para exigir su cierre y pedir a la ONU que cumpla con el compromiso de celebrar un referéndum de autodeterminación en la mayor manifestación celebrada hasta la fecha en este área que separa Mauritana de las áreas ocupadas por Marruecos en el Sahara Occidental. LIAM BACHIR | efe

Decenas de refugiados saharauis bloquean el paso de Guerguerat para exigir a la ONU que se realice el referendo de autodeterminación

12 nov 2020 . Actualizado a las 11:06 h.

El Gobierno de Marruecos ha acusado al Frente Polisario de poner en peligro el alto el fuego en el Sáhara Occidental por sus últimos movimientos en torno al paso de Guerguerat, en la frontera con Mauritania, y ha asegurado que actúa en claro «desafío» al secretario general de la ONU, António Guterres.

El paso fronterizo de Guerguerat, catalogado de «ilegal» por el Polisario, se ha convertido en las últimas semanas en escenario de tensiones. Activistas saharauis han acampado en la zona para reclamar la salida de las tropas marroquíes, pero las autoridades de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) han denunciado un refuerzo militar.

Rabat había guardado silencio en estas últimas semanas, pero tres días después de un mensaje en el que el Polisario advertía de «una nueva guerra total en la región», una fuente diplomática citada por la agencia de noticias oficial marroquí MAP ha denunciado que los últimos movimientos representan una violación de las resoluciones de la ONU.

La fuente ha denunciado el «bloqueo» del paso por parte de los «separatistas», «provocaciones» a las fuerzas marroquíes e «intimidación» de tropas de la MINURSO, la misión de paz desplegada por Naciones Unidas y cuyo mandato fue renovado precisamente en el mes de octubre.

Según Rabat, estos últimos movimientos «ponen en grave peligro el mantenimiento del alto el fuego», por lo que el Gobierno marroquí ha instado al Polisario a «abstenerse de cualquier acto susceptible de desestabilizar la situación o de comprometer la reanudación del proceso políticos», actualmente estancado.

Para Rabat, que dice estar actuando con «mesura» y «sabiduría» para evitar una escalada de las tensiones, se trata también de «actos de desafío» a Guterres, que ha llamado a preservar la libertad de circulación. El Polisario ya avisó recientemente de que la MINURSO no es una «policía de tráfico».

El jefe de la ONU precisamente se refirió al tema de Guerguerat el miércoles en una conversacion telefónica con el ministro de Exteriores de Mauritania. Según la agencia AMI, las dos partes expresaron su preocupación por la «gravedad» de las situación y Guterres instó a Mauritania a calmar los ánimos.

El Gobierno de Marruecos, que ha recriminado a Argelia su respaldo al Frente Polisario, ya ha dejado claro que «no aceptará un cambio del estatuto de la zona situada al este y al sur del dispositivo de defensa», ya que «constituye una parte integral del territorio marroquí».

Marruecos siempre ha descartado las aspiraciones territoriales del Polisario, que reclama la celebración de un referéndum en el que los saharauis puedan decidir si quieren constituirse como país independiente. Uno de los objetivos subyacentes en la constitución de la MINURSO es precisamente la celebración de dicha consulta, pero la inmovilidad de las partes ha complicado cualquier avance.

En diciembre del 2018 y marzo del 2019 se produjeron dos tímidos acercamientos, pero estos quedaron en suspenso tras la dimisión del último enviado especial de la ONU, el expresidente alemán Horst Koehler. Un año y medio después de su salida, el cargo sigue vacante.