Kamala Harris, la senadora negra que colecciona primeras veces

INTERNACIONAL

Kamala Harris
Kamala Harris NICHOLAS KAMM | AFP

De origen indio y jamaicano, la vicepresidenta electa de Estados Unidos es tan amada por los suyos como odiada por la América conservadora

08 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cuando por primera vez me presenté a un cargo público, una de las cosas con las que tuve que luchar es que te fuerzan durante ese proceso a que te definas a ti misma de manera que te adaptes bien al compartimento que otra gente ha creado por ti», explicaba en una entrevista con The Washington Post. A la combativa Kamala Harris (Oakland, California, 1964) no le gustan las casillas ni los senderos trillados. Cuando una periodista le preguntó si iba a retomar «el legado de Obama» su repuesta fue tajante: «Tengo mi propio legado».

Se ha ganado el derecho a reivindicarlo. Su currículo, al que este sábado ha añadido nada menos que el cargo de vicepresidenta electa de Estados Unidos, es una colección de primeras veces. Hija de un cruce culturas, tiene raíces en la India por su madre y en Jamaica por su padre. Con ese punto de partida, fue la primera mujer afroamericana fiscala de distrito en California, la primera negra que llegaba a fiscala general de ese estado, la primera senadora de origen indio y, desde este sábado, la primera mujer afroamericana y de origen asiático que llega a vicepresidenta del país.

Harris, que genera tanto rechazo en el seno de la América conservadora como admiración en ciertos sectores progresistas, llega al cargo tras una meteórica carrera de solo cuatro años como senadora.

Carrera como fiscala

Licenciada en Políticas y Economía por la Universidad de Howard, saltó en 1990 de la Escuela de Derecho de San Francisco a la fiscalía. No le tembló el pulso al disputar a su antiguo jefe el cargo de fiscal general de California. El lema de campaña ya daba una idea de cómo se las gasta Harris cuando ha colocado un puesto en la diana de su ambición: «Somos progresistas como Terence Hallinan. Pero, al contrario que él, somos competentes». Era el 2003 y aprendió a ser paciente con los recuentos. El San Francisco Chronicle dio como ganador a su rival, pero, tras un minucioso escrutinio, Harris se llevó la fiscalía por un 0,8% de margen.

Cuando competía con Biden en las primarias demócratas, le afeó en un debate que, por su culpa, cuando ella estudiaba primaria y él ya era senador, tenía que viajar todos los días en bus a una escuela lejana por la indecisión de Washington para acabar con la segregación racial.

Este fuerte carácter no gusta a sus detractores, que la acusan de coquetear con las élites y de acumular contradicciones en asuntos sensibles como la pena de muerte o los seguros médicos.

A sus 56 años, se da por descontado que será el relevo natural del talludo Biden como líder demócrata. En su colección de primeras veces, ya solo le queda ser también la primera presidenta.