Un recuento de votos lento por el récord de participación y la falta de medios
«¿Por qué se retrasan tanto los resultados?» Era la pregunta que todos se hacían este jueves después de tres días sin saber quién es el ganador: ¿Donald Trump o Joe Biden?. La respuesta está en el récord de participación, la más elevada en 120 años, y en la avalancha sin precedentes del voto por correo debido a la pandemia, y en la falta de medios ante el colapso. Los trabajadores de los centros de recuento de papeletas continuaban sin prisa pero sin pausa en un escrutinio masivo que ha complicado la lectura de los resultados. No hay nada en la Constitución ni en ninguna ley federal que obligue a declarar un ganador el día de las elecciones. Cada territorio sigue sus propias reglas. Varios de ellos, como el estado clave de Pensilvania, dejan el conteo de los sufragios anticipados para el final. «Estamos realizando un esfuerzo sobrehumano», explicaba en rueda de prensa, Kathy Boockwar, secretaria del Departamento de Estado de Pensilvania, quien pronosticó que el más de medio millón de votos pendientes acabarían de contarse esta tarde.
La lentitud del proceso ha provocado que Trump perdiera ventaja a medida que avanzaba el recuento, ya que los republicanos prefirieron votar el día de las elecciones, mientras la mayoría de los demócratas lo hicieron por anticipado o por correo. «Queremos ser precisos, no tenemos prisa», declaraba Gabriel Sterling, director de la logística electoral de Georgia. Otro de los estados que, junto a Nevada y Arizona, mantenían el futuro de la Casa Blanca en vilo. Los llamadas a la paciencia se multiplicaban ante unos resultados que aún pueden demorarse unos días.