La mayoría en el Senado podría quedar pendiente de otra votación en enero

Zigor Aldama WASHINGTON / COLPISA

INTERNACIONAL

El republicano Mitch McConnel es el actual presidente del Senado de Estados Unidos
El republicano Mitch McConnel es el actual presidente del Senado de Estados Unidos BRYAN WOOLSTON

Las proyecciones otorgan a los republicanos el control de la Cámara Alta, con capacidad para bloquear la agenda legislativa si Biden gana la presidencia

05 nov 2020 . Actualizado a las 21:29 h.

Todos los ojos están puestos en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero la superpotencia americana también elige a un tercio de sus senadores, que podrían resultar especialmente relevantes si el Partido Republicano logra mantener el control de la Cámara Alta —donde actualmente cuenta con 53 de sus cien miembros— y Joe Biden llega a la Casa Blanca. Es una posibilidad cada vez menos remota, porque, aunque este jueves por la noche ambos partidos estaban empatados con 48 escaños y los demócratas le han arrebatado un senador a Donald Trump, los republicanos llevan ventaja en tres de los cuatro Estados que aún no han concluido el escrutinio. Por si los comicios no fuesen ya suficientemente exasperantes, el resultado final podría no conocerse hasta el 5 de enero próximo y quedar en manos del estado de Georgia.

La carrera senatorial que podría cambiarlo todo es la que enfrenta al senador republicano David Perdue con el aspirante demócrata Jon Ossof. Con el 94 por ciento escrutado, Perdue aventaja en casi tres puntos a Ossof, sin embargo solo tiene el 50,2 por ciento de los votos.

Si en lo que queda de recuento, cayera por debajo del 50 por ciento, los dos candidatos tendrían que enfrentarse en una segunda vuelta en el mes de enero.

Esto también podría ocurrir en la otra carrera de Georgia para el Senado, donde la senadora republicana Kelly Loeffler ha conseguido vencer a otro candidato republicano Doug Collins y se enfrentará al candidato demócrata Raphael Warnock.

En el caso de que los demócratas obtuvieran finalmente la presidencia del país, se podría dibujar un escenario en que la mayoría del Senado se decidiera en los dos escaños de Georgia.

Una Cámara fundamental

La situación es especialmente relevante porque el Senado es clave en la adopción de políticas sociales y económicas que requieren un proceso legislativo. Ahí se encuentran, por ejemplo, ámbitos tan críticos como la sanidad, la inmigración, o la energía, en los que republicanos y demócratas chocan de frente. Para que Biden pueda desarrollar su proyecto, dejando una impronta indeleble en Estados Unidos, es necesario que el Senado apruebe sus propuestas sin obligarle a gobernar por decreto, una vía que Donald Trump ha utilizado de forma habitual pero que puede ser fácilmente revertida por la siguiente Administración. Lo saben bien los propios demócratas, porque llevan en minoría seis años, incluso desde antes de que Trump alcanzase la presidencia, y han sufrido las consecuencias de que los republicanos controlen la Cámara.

En ese hemiciclo se pusieron primero trabas insalvables a Obama y se confirmaron después los tres jueces que Trump ha logrado colocar en el Tribunal Supremo, un número récord que ha escorado la balanza hacia el campo conservador. También en el Senado se frenó en seco el pasado 5 de febrero el impeachment del actual presidente. Además de dar luz verde a leyes y nombramientos en las más altas instituciones, los senadores también determinan asuntos como la ratificación de tratados en los seis años que se mantienen en el cargo.

«Está siendo una gran decepción para los demócratas. Contemplaban diferentes vías para lograr la mayoría y, en este momento, parece que se han cerrado todas», afirmó Jessica Taylor, analista de Cook Political Report, en declaraciones al diario USA Today. «Tenía esperanza en una victoria contundente que incluyese darle la vuelta al Senado. Seguimos con un optimismo cauto, pero lejos del nivel de excitación con el que esperaba despertar el día 4», reconoció en la cadena MSNBC el senador electo por Colorado John Hickenlooper, el único que ha logrado arrebatarle el escaño a un republicano, Cory Gardner.

Sondeos, «más un deseo que la realidad»

Una vez más, las encuestas han fallado. La victoria que le otorgaban a los demócratas en el Senado no parece que se vaya a materializar, y esa puede acabar siendo la única alegría que se lleven los republicanos. «Estoy convencido de que los sondeos los hacen siempre los liberales, porque parecen proyectar más un deseo que la realidad. También puede que sea porque hay muchos republicanos que prefieren no decir a quién votan o, simplemente, porque los sistemas no están diseñados para reflejar la situación actual. En cualquier caso, incluso si Trump pierde la presidencia, el control del Senado nos dará voz y voto en el rumbo que tome el país y permitirá poner coto a las medidas socialistas que trate de aprobar Biden», comentaba hace unos días el empresario JT Haynes a este periodista en Texas.

«Y ojo con lo que puede pasar también en el Congreso», avanzaba, quizá con excesivo entusiasmo. Aunque parece que los republicanos también darán la campanada en la Cámara Baja, donde han arrebatado de momento seis asientos a los demócratas, todavía están muy lejos de poder cantar victoria. La batalla, este jueves por la noche, daba a los demócratas una ventaja de 29 escaños -209 a 190- y los dejaba a solo nueve de la mayoría. De esta forma, y con los resultados más probables en la actualidad, todo apunta a que los comicios ahondarán todavía más en la ya profunda división del país y continuarán dificultando su gobernabilidad.

En caso de empate, la decisión sobre las votaciones en la Cámara depende de la vicepresidencia

La Cámara de Representantes de Estados Unidos tiene 435 miembros, por lo que la legislación americana se blindó frente a hipotéticos empates entre los dos grandes partidos. Pero el Senado norteamericano es una Cámara de marcado carácter territorial, en la que cada uno de los 50 estados tienen dos representantes, por lo que en un principio no se puede descartar que se produzca un empate a 50 senadores entre demócratas y republicanos.

De hecho, es la situación que se roza estos días con un recuento absolutamente igualado. Con los 35 escaños que se renovaron el martes en la Cámara Alta y mientras se completa el recuento, The New York Times mantenía este jueves una proyección de 48 senadores para cada partido, con cuatro escaños todavía pendientes de atribuir.

¿Y qué pasaría en caso de llegar a un 50-50? En ese escenario, la previsión legal es que el futuro vicepresidente (la demócrata Kamala Harris o el republicano Mike Pence) sería el encargado de desbloquear los acuerdos en la Cámara Alta con su voto de calidad.