Francia bloquea sus fronteras para evitar ataques yihadistas

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Las escuelas francesas recordaron al profesor Paty con un minuto de silencio
Las escuelas francesas recordaron al profesor Paty con un minuto de silencio THOMAS COEX | Reuters

Las escuelas reabrieron ayer con más medidas de seguridad

03 nov 2020 . Actualizado a las 09:23 h.

El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, anunció ayer que su país va a reforzar el control de las fronteras y expulsará a extranjeros sospechosos de integrismo islámico, tras la serie de atentados terroristas que ha sufrido el país en apenas un mes.

Darmanin explicó, en una entrevista al canal BFMTV, que en el último mes 16 sospechosos de radicalización islámica han sido expulsados y que ha pedido a los prefectos (delegados del Gobierno) que sean internados otros extranjeros en situación irregular sobre los que hay el mismo tipo de sospechas y que ascienden a «un centenar», según recoge Efe. Se trata de organizar su expulsión a los países de origen, que en muchos casos no los quieren.

El ministro avanzó que a finales de esta semana viajará a Túnez y a Argelia para trabajar con sus homólogos en una mayor coordinación antiterrorista y para que esos países acepten la expulsión de sus nacionales sospechosos de radicalización islámica en Francia. Esos desplazamientos se han concertado tras las conversaciones telefónicas del presidente francés, Emmanuel Macron, con las más altas autoridades de estos países del Magreb. Darmanin indicó que próximamente también irá a Rusia para hablar de la devolución allí de chechenos radicalizados.

El titular de Interior insistió en que se van a «controlar mejor» las fronteras, sin dar detalles de cómo se hará, pero precisó: «No hagamos creer que señalando a los extranjeros controlamos el terrorismo». Recordó que la mayor parte de los terroristas tienen nacionalidad francesa.

Regreso a las aulas

Las declaraciones de Darmanin coincidieron con la vuelta a las clases en Francia tras las dos semanas de vacaciones de otoño en un país confinado por la pandemia y con refuerzo de las medidas de seguridad tras la decapitación en Conflans-Sainte-Honorine por un terrorista del profesor Samuel Paty, a quien los alumnos rindieron un homenaje.

El primer ministro, Jean Castex, y el titular de Educación, Jean-Michel Blanquer, se desplazaron hasta esa localidad de las afueras de París para rendir tributo al asesinado en un colegio de primaria y participar en el minuto de silencio que todas las escuelas del país mantuvieron en su honor. «No es normal que un profesor sea asesinado, ¿lo entendéis todos? Es importante venir al colegio, aprender y respetar a los demás niños», dijo Castex a los pequeños.

Ese homenaje y la presencia de patrullas fijas y móviles alrededor de los cerca de 60.000 establecimientos escolares contribuyeron a recordar que este regreso es excepcional y en un momento en que, tras el ataque del jueves en Niza, con tres personas, el nivel de vigilancia está al máximo.