Más de 86 millones de estadounidenses ya han votado a dos días de los comicios

Héctor estepa WASHINGTON / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

CARLOS BARRIA | Reuters

El sufragio anticipado alcanza más de la mitad de la participación del 2016. Los dos candidatos: Biden, el hombre tranquilo que ya resucitó dos veces; y Trump, el «cheerleader» que hizo de la Casa Blanca su plató

01 nov 2020 . Actualizado a las 13:39 h.

La campaña electoral de EE.UU. entra en sus días decisivos. Tanto a Donald Trump como al demócrata Joe Biden les esperan jornadas agotadoras en los estados claves, para intentar convencer hasta al último de los electores de las áreas que decidirán la elección. En cualquier caso, la pregunta es hasta qué punto los actos de hoy y de mañana podrán cambiar el resultado final, sobre todo si se tiene en cuenta que más de 86 millones de estadounidenses ya han ejercido su derecho al sufragio mediante los sistemas de voto anticipado y postal.

Son más de la mitad de los electores que acudieron a las urnas en el 2016, y el 43 % de los votantes registrados para acudir a las urnas este año, y la mayoría no podrá cambiar su voto.

Algunos estados sí permiten anular el sufragio temprano o por correo, enviando otro o presentándose en el centro de votación asignado durante la jornada electoral, pero el trámite es, en muchos casos, engorroso, aunque los operadores de Internet han registrado en las últimas fechas un gran aumento del número de personas que busca en línea cómo anular la papeleta ya enviada.

Hasta la fecha, en 35 estados, más Washington DC, e incluyendo plazas claves como Texas, Georgia, Florida, Carolina del Norte, Arizona, Míchigan o Minnesota, ya han acudido a votar más de la mitad de electores registrados.

Algunos analistas han llegado a preguntarse si merece la pena centrar la atención de la campaña en la jornada electoral, o habría que referirse a la «temporada electoral» y realizar el trabajo analítico en consecuencia. Algunos de los primeros datos, además, preocupan a los demócratas, que deberían imponerse, según la mayoría de los analistas, en los votos tanto tempranos como por correo. Pero eso no estaría sucediendo, por ejemplo, en el condado de Miami -Dade, poblado por una amplia comunidad latina, y básico para quien quiera imponerse en Florida y conseguir los 29 votos de colegio electoral que ofrece el estado sureño.

Hasta la fecha, el 59 % de los votantes registrados allí como republicanos han ejercido su derecho al voto, por el 53 % de los demócratas. La diferencia del 6 % ha generado dudas en las filas del partido azul. Biden puede permitirse perder Florida, teniendo en cuenta que domina en otros estados claves y tiene una ventaja del 7 % en el voto popular, según las encuestas. La pérdida de ese estado le obligaría a ganar otros donde los sondeos son ajustados, haciendo más difícil su victoria. El presidente, por su parte, tendría que ganar Pensilvania y darle la vuelta a estados con encuestas negativas en caso de perder Florida. Una carambola sería mucho más sencilla si se impone en el estado sureño.

Biden lidera las encuestas de intención de voto en Florida, con 1,2 puntos de diferencia con respecto a Trump, dentro del margen de error. Su ventaja ha ido menguando. Era de 4,5 puntos el pasado 7 de octubre.

Influencia de la participación

Pero las encuestas entran en problemas si las cifras de participación varían en exceso. Si hay una asistencia masiva de republicanos a las urnas, o los demócratas se quedan en casa, como parece estar sucediendo, los resultados podrían favorecer a Trump, que ya se impuso en el estado sureño en el 2016.

Gane quien gane Florida, la gran batalla durante los últimos días se librará en Pensilvania, que ofrece 20 votos de colegio electoral. La victoria allí es básica tanto para Trump como para Biden. El candidato demócrata mantiene una ventaja de 3,7 puntos allí, después de haber contabilizado una distancia de más de 7 puntos a mediados de octubre.

Biden ya solo piensa en su Pensilvania natal. Estará hoy en Filadelfia, la mayor ciudad del estado, y visitará hasta otras tres ciudades más en la jornada del lunes, intentando convencer hasta la última persona en un lugar que sabe que es clave.

Trump, por su parte, continúa con su maratón de 14 mítines en tres días, en los estados clave de Míchigan, Iowa, Carolina del Norte, Georgia, Wisconsin, Florida y, también, por supuesto, Pensilvania. Protagonizará hoy una concentración en Scranton, ciudad natal del candidato demócrata, pero podría no ser profeta en su tierra el próximo 3 de noviembre.

Trump sugiere que los médicos estadounidenses se inventan positivos de coronavirus

El coronavirus sigue siendo uno de los principales temas de la campaña electoral. La segunda ola de la pandemia ha llegado con fuerza. EE.UU. registró más de 99.000 contagios el viernes, la cifra más alta desde que inició una crisis que ya deja más de 230.000 muertes en el país, casi un millar en 24 horas.

Trump, que ha intentado evitar hablar del coronavirus, queriendo centrar los focos en las políticas económicas del país, volvió el pasado viernes a criticar a los médicos del país, acusándolos de hinchar artificialmente las cifras de casos y de muertes.

«Si sufres del corazón y estás a punto de morir, o tienes cáncer y vas a morir pronto, y te contagias de covid, lo contamos como covid. Nuestros doctores ganan más dinero si alguien muere de covid. Ustedes lo saben ¿Verdad? Nuestros doctores son gente muy inteligente, y lo que hacen es decir ‘lo siento, pero todo el mundo muere de covid’», señaló, en un mitin en Míchigan, comparando a su país con Europa.

«En Alemania, en otros lugares, si tienes un ataque al corazón, o cáncer, o una enfermedad terminal, dicen que mueres de cáncer, de un ataque al corazón. En caso de duda, aquí ponen covid. Y eso es así. Dirán que es terrible lo que estoy diciendo, pero es la verdad. Son alrededor de 2.000 dólares más», añadió el candidato republicano.

Su rival en las urnas, Biden, ha basado su campaña en criticar la gestión federal del coronavirus, acusando a Trump de minusvalorar la pandemia y de no tener un plan para enfrentarse a ella. «Trump ha agitado la bandera blanca y se ha rendido al virus», dijo el candidato demócrata en Minnesota, respondiendo a la aseveración de Trump.

«El presidente de los Estados Unidos está acusando a la profesión médica de inventarse muertes por covid para hacer más dinero», aseveró Biden. «Los doctores y las enfermeras trabajan todos los días para salvar vidas. Hacen sus trabajos. Donald Trump debería dejar de atacarnos y hacer su trabajo», añadió el exvicepresidente.

Trump se recuperó de coronavirus hace tres semanas, después de desvelar su positivo a finales de octubre. El presidente estaría perdiendo apoyo entre la tercera edad debido a su controvertido manejo de la pandemia. Les prometió, hace unos días, acceso gratuito al mismo -y caro- tratamiento que él disfrutó mientras se recuperaba en el hospital militar Walter Reed.