El voto anticipado bate récord histórico en EE.UU.

Esperanza balaguer NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Larga cola de los vecinos de Durham (Carolina del Norte) para depositar su voto anticipado
Larga cola de los vecinos de Durham (Carolina del Norte) para depositar su voto anticipado JONATHAN DRAKE | Reuters

Más de 35, 5 millones han votado ya, frente a los 6 millones que lo hicieron en el 2016. Trump y Biden celebra este jueves su último debate con los micrófonos cerrados para evitar interrupciones

22 oct 2020 . Actualizado a las 08:41 h.

«No quiero esperar al día de las elecciones, iré a votar por anticipado para asegurarme de que mi papeleta ya está allí cuando llegue el día». Cuenta Keith Anderson, un joven de 30 años nacido en Florida pero que reside en Manhattan desde hace más de una década. No le importa reconocer que votará con la nariz tapada por Joe Biden, después de que los aspirantes más a la izquierda del Partido Demócrata como Bernie Sanders o Elizabeth Warren quedaran descartados. Esa fue la razón que le empujó a la abstención en el 2016 cuando la opción era Hillary Clinton. Pero estamos en el 2020 y muchos jóvenes como él han recorrido el camino de la desafección a la implicación con el único objetivo de sacar a Donald Trump de la Casa Blanca sea como sea.

La movilización del voto anticipado a menos de dos semanas de las elecciones es abrumadora. Más de 35,5 millones de personas han sufragado ya, según los datos del Proyecto Electoral de Estados Unidos de la Universidad de Florida. Esto supone un 25 % del total de los 136 millones de votos depositados en el 2016, cuando a estas alturas de la contienda lo habían hecho menos de seis millones de personas. Un récord histórico para un país que presume de ser la democracia más vieja del mundo, pero que se caracteriza por su baja participación. Por el momento, 35 estados del total de 50, más el distrito de Columbia donde se sitúa la capital, Washington, han abierto las urnas. Ocho, incluido Nueva York, lo harán en los próximo días. Solo siete de ellos no darán esta oportunidad a los electores.

El miedo a las aglomeraciones por la pandemia y la poca confianza en el voto por correo, tras las continuas amenazas de fraude desplegadas por Trump, ha empujado a los estadounidenses a las urnas. «Son las elecciones más importantes de mi vida». Es la frase más repetida estos días por los ciudadanos que aguantan hasta más de diez horas en las colas formadas en los colegios electorales de estados como Georgia, Illinois o Texas.

Amenazas y irregularidades

El proceso no está exento de polémica. Se acumulan los problemas con el tiempo de espera, los fallos informáticos, las irregularidades en los registros y, lo más preocupante, la intimidación a los electores, alentada por el propio presidente que ha pedido a sus seguidores que controlen las votaciones en sus ciudades. Un trabajador de un centro de Memphis (Tennessee) fue despedido la semana pasada por impedir votar a varias personas que vestían camisetas en apoyo al movimiento Black Lives Matter. Las autoridades de Florida y Alaska investigan el envío de correos electrónicos amenazantes a votantes demócratas por parte del grupo de ultraderecha Proud Boys, que el presidente citó durante en su primer debate contra Biden, según informa The Washington Post. 

La aparente ventaja que la participación anticipada da a los demócratas, unida a las encuestas favorables, no evita que se pueda ver compensada por una ola de votantes republicanos el día de las elecciones. Aunque nada indica que Biden vaya a pasar por lo mismo que pasó Clinton, Trump tiene esta noche una nueva oportunidad para remontar en el último debate presidencial que se celebra en Nashville.

Un cambio de reglas permitirá apagar el micrófono de los candidatos cuando acaben su turno para evitar interrupciones. Lo que Trump hizo constantemente en el primero y único cara a cara con Biden.