El cambio de tono de Bruselas aplaca a Londres y lo devuelve hoy a la mesa de negociaciones «posbrexit»

juan Francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Barnier, durante su intervención en el Parlamento Europeo
Barnier, durante su intervención en el Parlamento Europeo Reuters

Barnier reiteró en el Parlamento Europeo su voluntad de tender la mano al Gobierno británico

22 oct 2020 . Actualizado a las 08:42 h.

Un brexit abrupto ya no parece tan inminente como hace unos días. El Reino Unido aceptó retomar hoy mismo las negociaciones con la Unión Europea (UE), para definir su relación comercial y política una vez que el 31 de diciembre se materialice su salida definitiva del bloque. «Hemos acordado conjuntamente una serie de principios para gestionar esta fase intensificada de las conversaciones. Está claro que quedan brechas significativas entre nuestras posiciones en las áreas más difíciles, pero estamos dispuestos, con la UE, a ver si es posibles superarlas», anunció este miércoles el portavoz del 10 de Downing Street.

El anuncio de Londres se produjo horas después de que el jefe negociador comunitario, Michel Barnier, en una intervención en el Parlamento Europeo volviera a tenderle la mano al Gobierno británico al reiterarle su oferta de trabajar intensamente en «textos jurídicos» y haciendo concesiones. «Creo que un acuerdo está a nuestro alcance si ambos lados estamos dispuestos a trabajar de manera constructiva y con espíritu de compromiso», aseveró el diplomático galo, quien advirtió que «el tiempo se agota».

El cambio de tono de Barnier, junto a la oferta de comenzar a redactar borradores de un acuerdo, son para el Gobierno de Boris Johnson los «cambios fundamentales» que la semana pasada exigió para continuar conversando con los Veintisiete, en especial después de que estos acordaran en el pasado Consejo Europeo seguir buscando un pacto, pero «no a cualquier precio».

Estas nuevas negociaciones se antojan como la última oportunidad para evitar el temible divorcio a las bravas, pues una vez adentrados en noviembre sería difícil que la Eurocámara y los Comunes pudieran dar su visto bueno al texto. La prensa local ha asegurado que los equipos trabajarán diariamente, incluso los fines de semana.

Sin embargo, ambas partes admiten que hay altas probabilidades de que el diálogo no dé frutos. «Es enteramente posible que estas negociaciones no tengan éxito», admitió el portavoz de Downing Street. En similares términos se pronunció el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que dejó claro que en puntos como la pesca la UE no ha modificado su posición. «Queremos mantener acceso a las aguas británicas para nuestros pescadores, exactamente igual que el Reino Unido quiere acceso a nuestros mercados grandes y diversificados para sus empresas», zanjó.