La Comisión de Debate cerrará el micrófono a Trump en su segundo cara a cara con Biden

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

BRIAN SNYDER | Reuters

En el anterior encuentro el magnate interrumpió a su rival constantemente, lo que le costó muchos votos sobre todo entre los mayores de 65 años

21 oct 2020 . Actualizado a las 17:03 h.

Durante el único debate presidencial sostenido hasta la fecha, Donald Trump interrumpió a su rival Joe Biden entre 70 y 128 veces, según se cuente, y hasta diez veces en una sola pregunta, por lo que fue amonestado en 25 ocasiones por el moderador Chris Wallace, sin que sirviera de nada. Para el último careo previsto este jueves en Tennessee (Nashville), la comisión ha decidido que cerrará el micrófono de los participantes cuando acaben su turno.

Con esto pretende evitar otro desagradable espectáculo como el de septiembre, en el que la cacofonía de voces impedía entender las respuestas. La campaña de Trump debería estar satisfecha, porque la imagen que proyectó con esas continúas interrupciones le costó muchos votos, particularmente entre los mayores de 65 años, pero al magnate no le gusta que le tapen la boca. Al terminar ese debate seis de cada diez espectadores decidieron que Biden lo había ganado, frente a solo el 28 % que atribuyó la victoria al presidente. Dos días después la Casa Blanca anunció que el presidente estaba enfermo de covid-19, lo que hace pensar que ya lo padecía esa noche en la que se le vio sudar ante las cámaras con los ojos enrojecidos. Pero Trump había llegado al escenario de Cleveland demasiado tarde para hacerse la prueba. Sus colaboradores sostuvieron que se la hacía todos los días, pero no mostró los resultados.

Cambio de reglas

Por todo eso y más, su campaña tiene ahora poco margen para protestar por el cambio de reglas, ya que se retiró del segundo debate programado en Miami cuando al conocerse su enfermedad la comisión decidió hacerlo virtual para evitar contagios. A la baja en las encuestas, Trump necesita este debate mucho más que Biden, quien en realidad se beneficiaría de una cancelación. Intenta, no obstante, acotar el contenido a un tema que le resulta inofensivo, la política exterior.

Ese es el foco que se había programado para este tercer encuentro, pero según las declaraciones de la moderadora de NBC Kristen Welker, los seis bloques serán: la lucha contra la covid-19, las familias estadounidenses, la raza en EE.UU., cambio climático y seguridad nacional. Bill Stepien, jefe de campaña del presidente, acusa a la comisión bipartidista de intentar «blindar» a Biden para que no tenga que enfrentar las acusaciones de corrupción y nepotismo que pesan sobre él y le urge a centrarse en política exterior.

Durante los 37 años que ha servido en el Congreso, Biden pasó décadas en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que llegó a presidir, y como vicepresidente de Barack Obama fue decisivo para las políticas en Ucrania, Afganistán, Cuba e Irán, entre otros países. Pero la campaña de Trump cree que nada de eso le beneficiará frente a los votantes. En cualquier caso lo que sí se sabe es que al mandatario no le ayuda la conversación sobre el coronavirus, que se ha convertido en el gran escollo de su reelección.

Minimizar la pandemia

La vacuna no ha llegado a tiempo para las elecciones y el virus, lejos de desaparecer, amenaza con la segunda gran oleada de otoño-invierno. Con más de 58.000 nuevos casos registrados solo el lunes, EE.UU. tiene niveles de infección que no se habían visto desde el verano. De hecho, 14 Estados batieron la semana pasada récords totales de hospitalización.

«Covid, covid, pandemia, covid, covid. Pones la CNN y eso es todo lo que cubren. ¿No estáis cansados ya de escuchar hablar de los mismo?», preguntó Trump a su entregada audiencia de Prescott (Arizona) el lunes. La respuesta no le decepcionó. «¡La gente no os lo compra, CNN, estúpidos bastardos!». Él bailaba sobre el escenario, pero su esposa Melania, 24 años más joven, tuvo que cancelar su asistencia en Pensilvania al que hubiera sido su primer mitin, sin contar el discurso que dio desde la Casa Blanca durante la convención republicana. La persistente tos que le ha dejado el coronavirus hacía recomendar reposo, aunque su portavoz Stephanie Grisham asegura que «cada día está mejor».

Trump no se rinde. Con dos semanas escasas por delante ha redoblado su mensaje de minimizar la pandemia y apostar a que su mandato sería una vuelta a la normalidad que tantos añoran, mientras asusta con que Biden impondría el confinamiento. Trump planea dos o tres actos de campaña hasta el mismo día de las elecciones, centrado en un puñado de estados bisagra que las encuestas ponen a uno o dos puntos y que podrían definir las elecciones.