Un liberal flamenco para apaciguar un país poliédrico

S. A. BRUSELAS / COLPISA / EFE

INTERNACIONAL

Alexander De Croo
Alexander De Croo DPA | Europa Press

Alexander De Croo se convirtió el jueves en el líder del primer Gobierno estable de Bélgica desde el 2018

11 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El liberal flamenco Alexander De Croo (Vilvoorde, 1975) se convirtió el pasado jueves en el líder del primer Gobierno estable de Bélgica desde diciembre del 2018. El presidente de la formación Open-VLD encabeza la denominada operación Vivaldi; un Ejecutivo que han impulsado siete formaciones políticas del país, dejando fuera a los nacionalistas flamencos de la N-VA y a la ultraderecha, también flamenca, de Vlaams Belang, que fueron los que sumaron el mayor porcentaje de votos en los comicios que tuvieron lugar el 26 de mayo del pasado año.

La coalición Vivaldi reúne a cuatro sensibilidades políticas (socialistas, liberales, ecologistas y democristianos) que suman 87 de los 150 escaños de la Cámara federal.

Tras una década en las altas esferas de la política belga, el liberal Alexander De Croo, hijo de Herman De Croo, uno de los dirigentes flamencos más famosos de Bélgica, ha conseguido su sueño de ser primer ministro.

De Croo rompió la tradición familiar y estudió Administración de empresas en vez de Derecho, hizo un prestigioso máster en la Universidad de Chicago y al regresar, fundó una empresa especializada en derechos de propiedad intelectual antes de incorporarse a una reconocida firma donde conoció a su mujer, Annick, con quien tuvo dos hijos.

Fueron sus amigos, y no su padre, quienes lo convencieron finalmente para entrar en política al poco de estrenar la treintena. En las elecciones europeas del 2009 consiguió un resultado impresionante, ya que le votó casi el 50 % de su circunscripción.

A finales de ese año, De Croo se presentó a las primarias para presidir el Partido Liberal Flamenco y suceder a Guy Verhofstadt, y contra todo pronóstico ganó en segunda vuelta con el 55 % de los votos.

En el 2012, fue nombrado ministro de Pensiones en el gabinete del entonces primer ministro Elio di Ruppo, socialista valón, aunque aspiraba a Finanzas.

Después pasó a la cartera de Cooperación al Desarrollo y Agenda Digital y, ya en su última fase con Charles Michel, De Croo logró su ansiada cartera de Finanzas, que combinó con la anterior de Cooperación al Desarrollo. Finalmente, fue ministro de Empresas Públicas y Telecomunicaciones en el gabinete que dirigió Sophie Wilmès, la primera mujer que ocupó ese cargo en Bélgica y que ahora será su ministra de Exteriores.