El fiscal trumpista de Kentucky, en el punto de mira de los manifestantes

J. Mejía LOUISVILLE / EFE

INTERNACIONAL

El fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, durante su intervención en la Convención Republicana
El fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, durante su intervención en la Convención Republicana JONATHAN ERNST

Exigen que revele las pruebas para exculpar a los acusados de la muerte de Breonna Taylor

25 sep 2020 . Actualizado a las 20:40 h.

Las protestas por la decisión de no imputar por asesinato a tres policías involucrados en la muerte de la joven afroamericana Breonna Taylor continuaron por segunda jornada consecutiva en Louisville (Kentucky) con un menor número de arrestos, pero con una indignación en aumento entre la juventud negra, que considera a las fuerzas del orden un enemigo inmune a cualquier acto de brutalidad contra ellos. Centenares de personas tomaron la noche del jueves las calles, mientras que políticos y líderes pidieron que el fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, afroamericano emergente como figura del trumpismo, revele en qué se basó el jurado para no imputar a nadie por los actos relacionados con la muerte de Taylor.

El gobernador del estado, el demócrata Andy Beshear, pidió que se publique «toda la información, todas la entrevistas, todos los informes balísticos» para que la opinión pública entienda la base de la acusación.

«Creo que es algo muy triste y le doy mi saludo a la familia. También creo que es triste lo que pasa en todo lo relacionado con el caso, incluido a las fuerzas del orden», dijo Donald Trump, en referencia a la muerte de Taylor y las protestas que el miércoles acabaron con dos policías heridos de bala y más de un centenar de detenidos. Desde mayo, cuando la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis, Trump ha evitado ofrecer gestos conciliadores o pedir cambios en la manera en que la policía maneja la presunción de inocencia de los negros.

Una acusación sin detalles

Para los manifestantes que el jueves se volvieron a congregar en un monumento improvisado en el centro de la ciudad en homenaje a Taylor, una trabajadora de emergencias médicas de 26 años, no hay grandes esperanzas de que el sistema cambie para impedir muertes que parecen evitables y que siempre acaban con un afroamericano muerto.

La Fiscalía no ofreció detalles de cómo determinó que la actuación de los tres agentes involucrados en la muerte de Taylor el 13 de marzo fue «justificada», especialmente cuando parece claro que la decisión de entrar sin anunciarse en la vivienda de la mujer para ejecutar un registro relacionado con el tráfico de drogas se basaba en pruebas circunstanciales. El jurado investigador no apreció fallos a la hora de irrumpir en la vivienda por la fuerza y realizar más de una 30 de disparos, seis de los cuales acabaron matando a Taylor.