La oposición asegura que Ortega quiere amedrentar a los críticos al restablecer la cadena perpetua

Héctor Estepa CIUDAD DE MÉXICO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Reuters

El incremento de las penas pretende aplicarse a delitos de odio y «crímenes mayores»

24 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de Estados Unidos ha vuelto a arremeter contra el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, mientras la oposición del país centroamericano denuncia que la represión persiste, dos años después de las protestas del 2018, que dejaron 328 muertos y 88.000 exiliados, según la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.

«Ortega se ha convertido en el dictador contra el que luchó hace tiempo», declaró la pasada semana el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo. «Está redoblando la represión y se niega a honrar las aspiraciones democráticas del pueblo nicaragüense», añadió.

El Ejecutivo de Donald Trump ha establecido en los últimos meses sanciones contra varios miembros de la familia presidencial, así como contra altos funcionarios, pero no ha logrado cambiar la línea política del Gobierno de Ortega.

Lucha contra el imperialismo

«La discursiva del orteguismo es que estamos en lucha contra el imperialismo. Entonces, el problema con las declaraciones de cualquier norteamericano es que alimenta su discurso retórico. La incidencia real es poca, y a lo interno ellos ya tienen sus mecanismos de financiamiento», comenta a La Voz el analista político Carlos Pérez, impulsor de una agrupación opositora conocida como Propuesta Ciudadana.

Ortega sorprendió la pasada semana, durante el discurso por el 199 aniversario de la independencia, promoviendo un cambio legal para castigar con cadena perpetua a quienes cometan «crímenes de odio» y «crímenes mayores». Supondría una reforma constitucional, ya que la Carta Magna nicaragüense impide penas en conjunto por más de 30 años.

La oposición cree que ese sería un mecanismo para amedrentar a quienes confronten políticamente al Gobierno. El discurso presidencial estuvo lleno de referencias a los «delincuentes», «cobardes», «asesinos», y «peleles del imperialismo». «Se sienten intocables porque se les dio una amnistía. Fíjense bien, bueno, ya se les dio una oportunidad de amnistía, pero ya no habrá otra», dijo Ortega, que denunció en el 2018 un golpe de Estado financiado por potencias extranjeras. Nicaragua excarceló a más de 700 detenidos durante las protestas a finales del 2018 y en el 2019.

«El Gobierno se está preparando para sobrevivir. El discurso es que ellos van a ir a las elecciones en el 2021, pero que el poder nunca va a estar en juego. Entonces, la oposición se está organizando territorialmente, pero con el objetivo de estar organizados, por si se da el caso. Nuestra posición oficial es que, si no hay condiciones, no participaríamos», comenta Carlos Pérez.

La oposición también ha denunciado censura contra los medios de comunicación del país. El crítico Canal 12 fue embargado la pasada semana, oficialmente por un impago de impuestos por valor de unos 600.000 euros. Los responsables del canal calificaron la acción de «arbitraria» y la oposición acusó al Gobierno de hacer ingeniería fiscal para acallar a los críticos.

Entre los opositores, que intentan coordinar una gran coalición, hay también división, ante unos comicios, fechados, en principio, para noviembre del 2021, que se presentan inciertos.