La gran perdedora en las elecciones regionales es sin duda Susanna Ceccardi, la apuesta de Matteo Salvini para arrebatar el bastión rojo de la Toscana. La Liga tenía puestas todas sus esperanzas en Ceccardi, la eurodiputada de 33 años y apodada la Leona por sus agresivos discursos contra los inmigrantes, gitanos y homosexuales. Su entrada en política comenzó tras arrebatar la Alcaldía de Cascina en el 2016 al candidato del PD.
En el reverso de la moneda está la apuesta de Hermanos de Italia, el partido de pasado fascista que está poco a poco limando apoyos a la Liga: Francesco Acquaroli ha logrado arrebatar a la izquierda uno de sus bastiones: Las Marcas.
En el bando izquierda, la lista de vencedores está encabezada por el rival de Ceccardi, Eugenio Giani, un veterano miembro del PD sin carisma y con poca experiencia en altos cargos. Llamado a sustituir al histórico presidente Enrico Rossi, sobre Giani no solo recaía el futuro de Toscana sino también el del secretario general del PD, Nicola Zingaretti, del que se habría pedido la cabeza en caso de derrota.
El otro gran vencedor es Vincenzo de Luca, conocido como el Sheriff por su autoritaria gestión de las normas de seguridad por la pandemia, que ha sido reelegido presidente de Campania.