Reabre la casa museo del escritor tras año y medio de remodelaciones
21 sep 2020 . Actualizado a las 08:47 h.En plena pandemia, tras un año y medio de profunda remodelación, la Casa Museo de Fernando Pessoa en Lisboa ha reabierto sus puertas con seguridad, aforo reducido, siguiendo las indicaciones de la Dirección General de Salud portuguesa, dando un giro radical en su distribución y aumentando la superficie expositiva. El edificio, situado en el emblemático barrio de Campo de Ourique, en la rúa Coelho da Rocha 16-18, fue el lugar en el que el escritor portugués vivió más tiempo, 15 años, «en un momento clave en su evolución literaria y personal, cuando regresó de África del sur con su familia», declara a La Voz Teresa dos Santos, del Servicio Educativo de la Casa Museo.
Satisfecha con la remodelación, explica que Pessoa «habitó aquí, en el primer piso, con su familia, pero más adelante lo hizo solo y permaneció hasta la víspera de su prematura muerte, por un cólico hepático, a los 47 años». Añade que «era un fuera de serie, muy adelantado a su tiempo, con una inteligencia prodigiosa que le permitía escribir con diferentes estilos desde los seis años, como se puede comprobar en la exposición permanente con la que comienza la visita, y que alcanza su máximo esplendor con los heterónimos».
Clara Riso, directora desde el 2014 de la Casa Museo Fernando Pessoa, avanza que «tenemos el sello de establecimiento clean@safe, limpio y seguro, de Turismo de Portugal, frente a la pandemia. De este modo, «cualquier persona que quiera conocer al escritor, a la persona y al universo que lo rodeaba, puede hacerlo con seguridad, aunque tenga movilidad reducida, problemas de audición o sea invidente», continúa. Y es que, aclara Riso, «hemos puesto la puerta de entrada en la parte de atrás, a la que se accede por una cómoda rampa, hemos introducido el sistema braille delante de las obras, realizado grabaciones para personas con problemas de audición y mejorado nuestros ascensores».
Quien desee visitar la nueva Casa Museo Fernando Pessoa tiene que solicitarlo a través del correo electrónico visitas@casafernandopessoa.pt. «Cumplimos las normas de la DGS y solo podemos admitir cinco personas cada media hora, con reserva anticipada, es lo mejor para no correr riesgos», explica la directora del centro.
Dos bibliotecas y miles de escritos
En el último piso se ha instalado la exposición permanente. Comienza con la máquina de escribir que más utilizó Pessoa en sus múltiples trabajos para sobrevivir con la frase en portugués: «Soy hoy el punto de reunión de una pequeña humanidad, solo mía». Continúa con manuscritos y escritos del literato, «que a los tres años ya escribía y tres años después le dedicaba este primer poema a su madre», muestra Teresa dos Santos.
Aunque solo publicó un libro en portugués en vida y cinco en inglés, que dominaba a la perfección, escribió muchísimo con su firma y con las de sus heterónimos Álvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro, como se puede contemplar en la muestra que sigue en el piso del medio. Ahí vivió el escritor y se ha querido recrear el espacio real de su casa para mostrar la sobriedad que lo envolvía, como se puede ver en su habitación, decorada solo con una cama y un arcón, en contraposición con su rica biblioteca, compuesta por casi 2.000 volúmenes, en inglés en su mayoría, portugués e incluso en castellano y en gallego, donde destacan los poemas de Rosalía de Castro.
El recorrido sigue con los retratos que le hizo su amigo el pintor Almada Negreiros, con quien compartió tertulias y proyectos en el movimiento surrealista Orfheu; los diseños de Julio Pomar y finaliza con un emotivo texto premonitorio escrito por Pessoa en inglés: «No sé lo que el mañana me deparará», tras ser hospitalizado el 29 de noviembre de 1935, la víspera de su muerte.
La visita finaliza en el piso de abajo, donde están el auditorio, la librería y la biblioteca general, lugar de culto para investigadores y amantes de la obra de Pessoa.