Italia pone a prueba su estabilidad política en unas elecciones sin favorito

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ALESSANDRO DI MEO | EFE

Siete regiones y 1.179 municipios dirimen el futuro de la izquierda

19 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos 18 millones de italianos están llamados a renovar las administraciones de siete regiones y de 1.179 municipios entre este domingo y el lunes, pero mientras los partidos del centroderecha se presentan compactos, los gubernamentales Movimiento 5 Estrellas (M5S) y Partido Democrático (PD) no han conseguido ponerse de acuerdo con los candidatos, lo que les podría pasar factura.

De las regiones en las que se vota, cuatro están en manos del centroizquierda (Toscana, Las Marcas, Campania y Puglia), mientras que dos (Véneto y Liguria) son del centroderecha. También hay comicios en el Valle de Aosta, con un sistema totalmente autónomo por lo que el presidente de la región viene elegido por los consejeros regionales después.

Según las encuestas, este panorama podría dar la vuelta con un 4 a 2 para el centroderecha o incluso con una victoria de 5 a 1, lo que pondría a prueba los equilibrios ya precarios en el Gobierno de Giuseppe Conte.

Actualmente, el centroderecha gobierna en 13 regiones y la centroizquierda en 6, por lo que estos comicios podrían ampliar la ventaja y legitimar las aspiraciones de la Liga de Matteo Salvini y de sus socios a gobernar.

A un año de la entrada en el Gobierno del PD, para sustituir a la Liga en la coalición con el M5S, las elecciones regionales, aunque nadie quiere darles un valor político, han puesto de relieve las divergencias entre los partidos gubernamentales, incapaces de presentarse juntos a nivel territorial.

Además en ninguna de las regiones que se votará el M5S tiene ninguna oportunidad de ganar, lo que pone al PD en una posición de fuerza.

La derrota del PD podría resquebrajar los equilibrios en el Ejecutivo, mientras que si el partido progresista consigue imponerse en las regiones clave podría exigir más peso en el Gobierno.

«No excluyo que pueda haber un efecto en la estructura del Gobierno», dijo Andrea Orlando, subsecretario del Partido Democrático, adelantando las expectativas de la formación progresista.

La Toscana, en el punto de mira

No parece que tengan ninguna posibilidad los adversarios del actual presidente del Véneto, Luca Zaia, candidato de la Liga, y cuyo apoyo es aún más fuerte que nunca tras una exitosa gestión de la pandemia. Tampoco parece que peligre la reelección en Liguria de Giovanni Toti (centroderecha), a quien además favorecerá el éxito simbólico de la reconstrucción del puente Morandi en Génova.

Aunque el Gobierno afirma que estas elecciones regionales no tendrán ninguna repercusión, a nivel político se juega mucho en la Toscana, el fortín de la izquierda durante décadas. El centroizquierda suma en las encuestas una ventaja de medio punto respecto a la candidata del centroderecha y miembro de la Liga, Susanna Ceccardi, en quien Salvini ha puesto toda su confianza para arrebatar Toscana a la izquierda.

El centroizquierda, esta vez unido, tras diez años de gobierno con Enrico Rossi intenta repeler el ataque de la Liga con Eugenio Giani, miembro del PD pero hombre de diálogo que ha conseguido el apoyo de Italia Viva, aunque el partido de Renzi en su Toscana natal no pasará del 10 %.

Tras años de no hacerlo, Italia vuelve a utilizar el sistema de dos días de votación con el objetivo de evitar las colas en los colegios electorales y las consiguientes concentraciones.

En la misma fecha también se votará el referendo constitucional sobre el recorte de parlamentarios, de 945 a 600, con la que se pretende ahorrar 500 millones de euros por legislatura y agilizar la actividad política.

También se celebrarán elecciones administrativas en 1.179 municipios, entre ellos 18 capitales de provincia y 3 capitales de región: Venecia, Aosta y Trento. También habrá pelea en Livorno, cuna el Partido Comunista, que parece abandonar su inclinación izquierdista para dar un giro histórico hacia la derecha.