Boris Johnson logra que el Parlamento avale su estrategia frente a la UE

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Boris Johnson gesticula durante su intervención, este lunes, ante la Cámara de los Comunes
Boris Johnson gesticula durante su intervención, este lunes, ante la Cámara de los Comunes Europa Press

La Ley del Mercado Interior fue aprobada por 340 legisladores frente a 263. Crecen las críticas internas a la propuesta de incumplir el pacto del «brexit»

15 sep 2020 . Actualizado a las 17:28 h.

Boris Johnson se arriesgó y ganó. Pese a que decenas de sus diputados se negaron públicamente a apoyar sus intenciones de reescribir partes del acuerdo que el año pasado firmó con la Unión Europea (UE) para iniciar el brexit, por considerar que esto representaba una «violación del derecho internacional» que dañaría irreparablemente la reputación del país, el primer ministro conservador consiguió la noche del lunes que el Parlamento aprobara, en primera lectura, su polémica Ley del Mercado Interior del Reino Unido.

La mayoría de la que goza el premier en la Cámara de los Comunes, 365 escaños (39 por encima de la mayoría absoluta), probó ser lo suficientemente holgada para enfrentar la nueva revuelta entre las filas tories. Así, la cuestionada iniciativa contó con el respaldo de 340 legisladores y la oposición de 263. La llamada Alianza Rebelde, como la prensa londinense ha bautizado a los diputados díscolos, la habrían integrado por lo menos 33 parlamentarios tories, los cuales se habrían abstenido o votado en contra del proyecto legal, pues se daba por hecho que los ocho unionistas norirlandeses habrían respaldado la iniciativa de Downing Street.

Pero Johnson no solo logró que el texto recibiera el visto bueno, por lo cual hoy continuará su tramitación, sino que además la enmienda presentada por el opositor Partido Laborista fue rechazada por 349 votos en contra frente a 213 a favor. 

Victoria, por ahora

Aunque a primera vista pareciera que las renuncias del jefe de la Oficina de Asuntos Jurídicos del Gobierno, Jonathan Jones; y del enviado especial para la Libertad Religiosa, Rehman Chishti, así como los pronunciamientos del exministro de Economía, el diputado Sajid Javid; de los ex fiscales generales, Geoffrey Cox y Jeremy Wright, o de los cinco ex primeros ministros vivos no frenaron la aprobación de la ley, desde la Alianza Rebelde advertían que la lucha apenas ha comenzado. El lord Michael Heseltine, quien fue vice primer ministro con Margaret Thatcher y John Major, advirtió que la ley podría ser rechazada en la Casa de los Lores (Cámara Alta). 

De más a menos

El debate, que se extendió durante más de seis horas, fue bronco. Johnson inició el discurso acusando a la UE de «querer romper» al Reino Unido. Sin embargo, al ver que el recurso de la amenaza externa no lograba acallar las críticas en sus propias filas, comenzó a rebajar el tono y aseguró que no quería utilizar los poderes contenidos en la ley que era solamente una «póliza de seguros» para asegurarse que el comercio entre Irlanda del Norte y el resto del país continúe sin problemas tras el 31 de diciembre.

El laborista Ed Miliband puso al premier contra las cuerdas al exigirle que explicará cómo lo pactado con Bruselas es ahora un riesgo y le pidió que le precisará en cuál artículo estaba ese peligro. Ante la negativa del Johnson de responder, replicó: «No se ha leído el acuerdo ni esta ley. No ha hecho su tarea».