La policía británica no lo considera por ahora un caso de terrorismo y busca a un único autor
06 sep 2020 . Actualizado a las 20:03 h.La policía británica está a la caza de un sujeto que tiñó de sangre la madrugada del domingo en la ciudad inglesa de Birmingham, al protagonizar una ola de ataques con cuchillo que dejó un muerto y siete heridos. Los hechos ocurrieron entre las doce de la noche y las dos de madrugada, cuando un hombre, de quien no se ha conocido ningún dato, embistió con un arma blanca contra todo aquel que se le atravesaba por el medio en cuatro puntos del centro de la urbe, ubicada a 200 kilómetros del norte de Londres.
El suceso está siendo tratado como un caso de delito común y no como un ataque terrorista o un crimen de odio, pese que ocurrió cerca de los barrios chino y gay de la localidad. Así lo aseguró a la BBC el detective Steve Graham, quien afirmó: «Parece que los ataques fueron aleatorios, porque no hemos encontrado ningún vínculo entre las víctimas». Tras solicitarle a todos aquellos vecinos que hayan podido presenciar los hechos y que lo hayan grabado que se pongan en contacto con la policía, el funcionario pidió a la ciudadanía mantenerse alerta y denunciar cualquier irregularidad.
Previamente a la llamada de las autoridades, una testigo, Cara Curran, declaró a BBC Radio Live que se trató de «un grupo de chicos contra otro», que se enfrentaron a puñetazos en una noche de juerga y aseguró haber escuchado «insultos racistas».
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, confirmó que no había «recibido información» que «vincule los apuñalamientos» con un caso de terrorismo. La vigilancia se ha reforzado en las calles de Birmingham, en donde varias calles permanecen cortadas. La policía recomienda a la población que no acuda a las zonas donde han ocurrido los hechos. El propietario de un local de la zona, el Eden, explicó al diario The Sun que decenas de paseantes se resguardaron en su bar ante el temor a ser alcanzados por el agresor.
El tráfico por parte del centro de Birmingham continuaba cerrado hasta este domingo, mientras los investigadores seguían recabando evidencias. Estos sucesos se producen dos meses después del atentado registrado en la localidad de Reading y de los incidentes entre bandas callejeras ocurridos en Mánchester. Ambos sucesos dejaron cinco víctimas.