Trump explota el conflicto racial para relanzar su campaña

r. p. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Donald Trump, en el Air Force One, de regreso a la Casa Blanca tras ofrecer un mitin en New Hampshire
Donald Trump, en el Air Force One, de regreso a la Casa Blanca tras ofrecer un mitin en New Hampshire CARLOS BARRIA

Joe Biden le acusa de avivar el odio y la división en EE.UU. con fines electoralistas

01 sep 2020 . Actualizado a las 09:47 h.

Con las calles estadounidenses incendiadas por incidentes de violencia policial contra afroamericanos, el conflicto racial está centrando el inicio de la campaña hacia la Casa Blanca. Donald Trump ha aprovechado la muerte de un ultraderechista en un enfrentamiento entre sus seguidores y miembros del movimiento Black Lives Matter, ocurrido el fin de semana en Portland (Oregón), para reforzar su mensaje de «yo soy la ley y orden» de cara a las elecciones del 3 de noviembre, mientras el demócrata Joe Biden lo acusa de «avivar las llamas del odio» con fines electoralistas.

A pesar de las súplicas del gobernador de Wisconsin y el alcalde de Kenosha, ambos demócratas, para que suspenda el viaje, el presidente se presentará este martes en la ciudad donde Jacob Blake, un joven negro de 29 años, resultó herido grave al recibir siete disparos en la espalda de un policía blanco. Su agenda oficial incluye una reunión con las fuerzas del orden y repasar los daños de varias noches de disturbios, pero no así un encuentro con la familia de Blake.

El presidente está vendiendo una imagen distorsionada e inexacta de un país consumido por la violencia callejera para atraerse el voto de la población blanca y hacer olvidar así su nefasta gestión de la pandemia y los malos datos económicos. Durante el fin de semana, Trump ha lanzado un aluvión de tuits en los que incita indirectamente a los disturbios como cuando tacha de «¡Grandes patriotas!» a la caravana de simpatizantes que desfiló por Portland, un bastión demócrata que ha sido escenario durante semanas de manifestaciones callejeras. O dando un «me gusta» a una series de tuits que animaban a la gente a leer un hilo que en parte elogiaba a Kyle Rittenhouse, el supremacista de 17 años acusado de matar a dos manifestantes en Kenosha.

También ha defendido públicamente en rueda de prensa, desde la Casa Blanca, al supuesto homicida. «Él estaba tratando de escaparse de ellos (los manifestantes), supongo, y se cayó y le atacaron muy violentamente, y es algo que estamos examinando, que está bajo investigación», dijo el presidente, obviando el hecho de que el adolescente ya habría matado a una de sus víctimas antes de caerse, como figura en los atestados policiales y puede verse en las imágenes grabadas.

Polémica visita a Kenosha

Las polémicas declaraciones de Trump llegaron horas antes de su visita de este martes a Kenosha, una localidad envuelta en tensión desde que el pasado 23 de agosto un policía blanco disparara siete tiros en la espalda a Blake, que quedó paralizado de cintura para abajo mientras se sucedían las protestas y disturbios en la ciudad.

Biden se enfrenta a la ardua tarea de dar una respuesta firme a los duros ataques que recibe de Trump, quien lo tacha de ser la herramienta de los anarquistas de izquierda y los activistas de Defund the Police (no financies a la policía) por su firme apoyo a la movilización de los Black Lives Matter tras la muerte en mayo de George Floyd. En un declaración difundida el domingo, el aspirante demócrata acusó al presidente de «avivar las llamas del odio y la división en nuestra sociedad» y «utilizar la política del miedo para azuzar a sus partidarios», además de exigirle que condene todas las formas de violencia.

 «No debemos convertirnos en un país en guerra con nosotros mismos; un país que acepta el asesinato de conciudadanos con los que no estamos de acuerdo», dijo Biden. Este lunes en un mitin en Pittsburgh, planteó la pregunta: «¿Estás seguro en la América de Trump?».

La policía no ha identificado al fallecido de un tiro el sábado en Portland, aunque en vídeos publicados en Twitter se ve a un hombre blanco con una gorra de los Patriot Prayer, grupo de extrema derecha de Portland.