Todos están imputados con cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y de conspiración para el blanqueo de dinero, dos delitos que pueden acarrear penas máximas de 20 años de cárcel cada uno.
Bannon, considerado uno de los grandes artífices de la llegada de Trump a la Casa Blanca con su apuesta populista y apoyos en la extrema derecha, dejó la Administración en agosto del 2017.