El peronismo sume a Argentina en una situación crítica, con el 40 % de pobreza

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El presidente de Argentina, Alberto Fernández, en una comparecencia en la la residencia presidencial de Olivos
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, en una comparecencia en la la residencia presidencial de Olivos JUAN MABROMATA / POOL

Incapaz de afrontar los pagos de la deuda, Fernández renegocia con el FMI

17 ago 2020 . Actualizado a las 09:17 h.

Se cumple un año de la victoria del peronista Alberto Fernández en las primarias argentinas frente al entonces presidente, el conservador Mauricio Macri. Un triunfo que Fernández revalidó luego en las presidenciales de octubre del 2019 y que obligó a Macri y a su programa reformista a abandonar la Casa Rosada. La gestión del enésimo líder peronista, según reflejan todos los indicadores económicos, ha sumido al gigante austral en una situación social y económica crítica, agravada por la pandemia del covid-19 y por la asfixiante deuda que no ha dejado de crecer durante dos años de implacable recesión.

AGOSTO NEGRO

Un precedente inquietante. El domingo 11 de agosto del 2019, el candidato peronista noqueaba en las primarias argentinas al presidente Macri. Los mercados recibieron con pánico la noticia. El día 12 se convirtió en otro «lunes negro» para la economía argentina. De hecho, todo el mes se ganó el marchamo. Fue un «agosto negro». La Bolsa argentina cayó ese lunes un 37,93 % y el dólar subió su cotización frente al peso un 19 %, un alza que aumentaría ese mes de agosto hasta el 36 %.

La consiguiente fuga de capitales y la caída de las reservas del Banco Central obligaron al Gobierno de Macri a imponer restricciones a la compra de divisas a partir de septiembre. Fue el primer logro de Fernández en el terreno económico. Y lo hizo sin pisar la Casa Rosada. Todavía tenía que confirmar su victoria en los comicios de octubre y, ya en diciembre, tomar posesión de la presidencia de Argentina.

una deuda impagable

Negociaciones con el FMI. Nada más aterrizar en el cargo, Alberto Fernández advirtió de que Argentina no podría hacer frente a los pagos de su deuda. El peronista inició negociaciones con el FMI, el principal acreedor externo de Argentina, para tratar de refinanciar las obligaciones que vencen de aquí al 2024. Antes de cuatro años, Buenos Aires tiene que abonar pagos de 38.000 millones de euros de capital y otros 3.000 de intereses. El FMI tiene prohibido en sus estatutos aceptar quitas y el organismo financiero y la Casa Rosada buscan fórmulas a medida que permitan a Argentina reestructurar la deuda sin incurrir en impagos. Está previsto que las nuevas negociaciones, que se prevén largas y muy difíciles, empiecen en la primera semana de septiembre.

el impacto de la epidemia

Crecimiento de la pobreza. En una reciente entrevista con Efe, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, admitía que la situación social de Argentina es «crítica». A la espera de que en septiembre se hagan públicos los datos oficiales, diferentes organismos calculan que la tasa de pobreza del país austral se sitúa ya en el 40 % de la población (frente al 35,5 % previo). Unicef estima que hasta un 63 % de los niños (unos ocho millones de pequeños) viven ya bajo el umbral de la pobreza, un panorama desolador que se ha agravado por la pandemia del coronavirus. Argentina impuso el pasado 20 de marzo una de las cuarentenas más prolongadas del mundo y, aunque se han ido reabriendo algunos sectores y regiones, se prevé que las medidas de aislamiento se prolonguen al menos otras dos semanas a partir de hoy. Después de 150 días de confinamiento, muchos argentinos han optado directamente por saltarse las restricciones para intentar mantener una actividad de supervivencia mínima más allá de los subsidios con los que el Gobierno está regando la economía.