Un muerto y 238 heridos en las protestas antigubernamentales en Beirut

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

INTERNACIONAL

Miles de libaneses han salido a las calles para protestar contra las autoridades tras la explosión del martes en el puerto que costó la vida a 168 personas y dejó lesionadas a 6.000

08 ago 2020 . Actualizado a las 22:40 h.

Un agente de Policía se ha convertido en el primer fallecido de las protestas desatadas este sábado en la capital de Líbano, Beirut, donde han resultado heridas ya 238 personas mientras los enfrentamientos se están extendiendo al Ministerio de Exteriores y otras sedes de Gobierno de la ciudad.

El fallecido era miembro de la Policía antidisturbios y perdió la vida durante un enfrentamiento contra los manifestantes que ocupaban el hotel Le Grey de la capital, según informan fuentes oficiales a LBCI.

De los 238 heridos, 63 han sido hospitalizados y 175 ha recibido tratamiento médico en el lugar, según ha informado Cruz Roja de Líbano en su nuevo balance de víctimas que recoge Efe.

La manifestación convocada este sábado bajo el nombre de Día del Juicio contra el Gobierno y la clase política atrajo a la céntrica plaza de los Mártires a miles de personas indignadas por la explosión del martes en el puerto de Beirut, que ha dejado hasta ahora 158 muertos y 6.000 de heridos.

Algunos puntos de la concentración se convirtieron pronto en un foco de enfrentamiento cuando grupos de manifestantes intentaron superar por la fuerza las barreras que protegían en el cercano Parlamento para irrumpir en él.

El amplio contingente de antidisturbios desplegado frente al Legislativo respondió a la acción lanzando bombas de gases lacrimógenos a los manifestantes, que a su vez arrojaron piedras a los uniformados.

Televisiones locales han mostrado imágenes de un grupo de manifestantes tomando el Ministerio de Exteriores libanés, cuyo edificio fue duramente golpeado por la explosión del pasado martes.

Desde allí, los manifestantes han leído proclamas y han llamado al cambio del régimen, al que acusan de la situación que vive el país.

La detonación del pasado martes ha encendido de nuevo la indignación de la población libanesa, que en octubre pasado salió a las calles para protestar contra la clase dirigente del país.

El Líbano atraviesa una gravísima crisis económica y política que incluso el día antes de la explosión había llevado al anterior ministro de Exteriores Nassif Hitti a dimitir afirmando que el país se dirigía a ser un Estado fallido.