Costa se aparta de la extrema izquierda para alejar a Portugal de la crisis

begoña íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

António Costa y Rui Rio, durante su segundo debate para las elecciones del 6 de octubre del 2019
António Costa y Rui Rio, durante su segundo debate para las elecciones del 6 de octubre del 2019 ANTONIO COTRIM

El líder socialista elige al centroderecha de Rio para pactar la reactivación económica

20 jul 2020 . Actualizado a las 08:46 h.

Desde que se detectó el primer caso de covid-19 en Portugal el 2 de marzo, muchas cosas han cambiado en el ámbito político, económico y social al sur del Miño, donde se han registrado hasta la fecha 48.000 positivos, 1.679 muertos y casi 33.000 recuperados. A finales de febrero, el primer ministro, el socialista António Costa, quien ejerce su segundo mandato en minoría, pasaba por momentos difíciles en el Parlamento de Lisboa, con las relaciones casi rotas con sus socios a la izquierda del Bloco de Esquerda, de Catarina Martins, y del Partido Comunista, de Jerónimo de Sousa, la denominada geringonça, con la que consiguió gobernar entre el 2015 y el 2019.

Lo mismo le ocurría con el principal grupo de la oposición, el PSD del centrista Rui Rio, que tras su contundente victoria en las primarias de su partido, tras callar a sus críticos, prometía un duro combate parlamentario contra Costa. «Todo cambió radicalmente al detectarse el primer caso de coronavirus en Portugal», apunta a La Voz, Pedro Benemides, jefe de Política del periódico digital Observador. «Desde ese momento Rio, que es un patriota, abandonó la batalla política con Costa para tenderle la mano en el combate a la pandemia e iniciar una alianza hacia el centro», explica el periodista, quien conoce muy bien a ambos, ya que durante más de una década fue periodista parlamentario.

Cinco meses después continúa el «matrimonio de conveniencia», como lo denomina Benemides, entre el jefe del Gobierno y el líder de la oposición. A pesar de que los datos en el combate contra el coronavirus han empeorado considerablemente en el área metropolitana de Lisboa, con rebrotes en 19 parroquias de cinco ayuntamientos, que continúan en el llamado estado de calamidad pública -menos restrictivo que el de alarma- y con un confinamiento no obligatorio. Esta alianza ha llenado de titulares la prensa lusa, que habla continuamente de un nuevo bloque central, haciendo saltar las alarmas en el Bloco de Esquerda y en el Partido Comunista.

De los 230 diputados que configuran la Asamblea de la República, 108 son del PS de Costa y 79 del PSD de Rio, y entre los dos aúnan una amplia mayoría parlamentaria que no necesita al resto de las formaciones. «Los partidos a la izquierda de los socialistas están perdidos porque de repente han perdido su peso político a favor del centroderecha de Rui Rio», señala el editor de Observador. Así se ha podido comprobar en las recientes votaciones de los presupuestos rectificativos y medidas de combate contra la pandemia, aprobados, sin problema, con los votos de socialistas y socialdemócratas».

Un bloque central versión 2020

Varios analistas lusos insisten en las ventajas de un bloque central duradero versión 2020 entre Costa y Rio, lo que para Pedro Benemides no está tan claro. «Ambos tienen olfato político, se conocen desde hace años, cuando eran alcaldes de Lisboa y Oporto, respectivamente, se necesitan y saben que la alianza durará lo que a los dos les convenga, probablemente hasta las municipales del próximo año», afirma.

En la democracia reciente lusa solo ha habido una coalición, un bloque central, entre el PS y el PSD. «Nos tenemos que remontar hasta 1983 cuando el fundador del partido socialista portugués, Mario Soares, presidía el Gobierno de Lisboa y el viceprimer ministro era Mota Pinto, del PSD», recuerda Benemides. La alianza duró apenas dos años, se rompió en noviembre de 1985, y desde entonces cuando en Portugal un político no tiene la mayoría suficiente para gobernar se habla de un posible bloque central.

Costa negó categóricamente hace unos días, en el congreso nacional de los socialistas lusos, cualquier pacto con el centroderecha. «No hay ni habrá ningún pacto con el PSD», dijo tajante. Rio parece no temer el gran crecimiento que le dan las encuestas a la derecha radical de Chega, situándolo casi en el 6 % de las intenciones de voto. Su líder, André Ventura, fue militante del PSD.

Chega consiguió, en las legislativas del 2019, un 1,35 % de los votos y eligió a Ventura como diputado. «Los grandes perjudicados con el crecimiento de Chega están siendo los conservadores del CDS-PP, de Francisco Rodrigues dos Santos, quien está en peligro de extinción tras elegir un discurso más populista y alejarse del centroderecha al que siempre ha pertenecido el partido», avanza el periodista.